El domingo 13 de abril, La Peña de Morfi abrió con un tono completamente distinto al habitual. Lizy Tagliani, visiblemente afectada, decidió comenzar el programa con un descargo emocional luego de que Viviana Canosa la acusara públicamente de robarle dinero y pertenencias personales durante el tiempo en que fueron amigas.

Con la voz quebrada, y al borde del llanto, Lizy se dirigió directamente al público:
“Estoy triste, no pensé que esto podía pasar. Tengo 54 años y conservo a mis amigos de la infancia, del colegio, clientas de más de 25 años. Toda gente que me dio su cariño y confianza. Yo sé quién soy. Llevar el apellido de mi mamá es un honor para mí.”

Las palabras llegaron tras los fuertes dichos de Canosa, quien en su programa Viviana en Vivo relató con lujo de detalles cómo supuestamente descubrió a Lizy robándole dinero de su cartera, e incluso objetos de valor como pañuelos Hermès. También recordó una situación delicada ocurrida la noche del fallecimiento de la madre de Tagliani, donde afirmó haberla ayudado a evitar un problema legal.

Tagliani, en tanto, negó rotundamente cada una de las acusaciones, pidió disculpas al equipo por el momento incómodo que atravesaba y se puso a disposición de la justicia o cualquier instancia necesaria para aclarar los hechos.

“Yo soy payasa, atolondrada, un aparato, pero no soy un personaje. No miento y no voy a mentir nunca. Este lugar (el programa) es mi familia y por eso estoy acá. Me cuesta, pero tenía que decir lo que siento”, expresó entre lágrimas.

El descargo generó un fuerte impacto en redes y en el propio estudio de Telefe. Muchos colegas y figuras del espectáculo salieron a respaldarla públicamente. La polémica está lejos de terminar, pero para Lizy, su verdad ya fue dicha, en vivo y de frente a la cámara.