Las familias desalojadas el pasado viernes en Juárez Celman durmieron ayer por tercera noche consecutiva en la capilla de barrio Norte.

De las 120 familias que debieron abandonar el predio, según aseguraron desde la cooperativa de barrio Esperanza, son más de 100 las personas que pasan su días en la parroquia, un templo que no está terminado, en el que además se almacenan las donaciones, que incluyen alimentos, abrigos y productos de limpieza.

La cocina está a cargo de una comisión especial compuesta por desalojados y por la Fundación Francisco, cuyos integrantes preparan la comida en dos anafes instalados en una de las habitaciones de la parroquia.

La gente procuraba ubicación en colchones, sillas y bancos. Con un solo baño, recurrieron a los vecinos de la zona para atender sus necesidades sanitarias.