#PhoTortul 3401
“Las chicas solo quieren divertirse”
Laguna Larga – Córdoba
Octubre de 2024
Foto: Prensa Rally Cordobés
Robo la canción de la leyenda del pop, de Cindy Lauper, para titular esta foto que robé en el caluroso mediodía del sábado en el parque de asistencia en Laguna Larga, pero intuyo que me quedo corto: ¡Estas dos guerreras quieren más que eso!!!
Son el primer binomio enteramente femenino del Rally Cordobés… y el rosa del Villa Carlos Paz y de otros detallecitos del Ford Fiesta son apenas detalles. Vienen con todo y a competir de igual a igual a sus pares varones. Pero salgamos de aquí, Maravilla… el sexo, aquí y ahora, es solo un detalle… ¿O acaso desde que maduramos como sociedad ya no dejó de oirse eso de ‘andá a lavar los platos? Al menos en mi casa… ¡Los lavo (mal) yo!
Una de Ellas es 100% ‘Carlospazonza’, la que se sienta en la butaca derecha, de familia ‘enfermita’ por la tierra. La otra, la que agarra el volante, también es serranita, pero de los Buenos Aires, de un sitio donde se solían mover las piedras. ¿A que si?
Dios las creó y el rally las amontonó adentro de un Ford. Inevitable al verlas no evocar a ‘Las Suecas’ famosas que enamoraron a todos en los años 60s., Ewi Rosqvist y Ursula Wirth.
Las buscamos con mi cumpa Jose Maria Volta (a las suecas no, porque no tenemos presupuesto) y las encontramos en la carpa del Civalero Competición, donde abundan tuercas, cosas ricas y familia. Las encaramos periodísticamente, trabajando (es un decir) para TELEFE, con nuestro programa, craneado por otra mujer: Laura Cerezo, llamado Rally y más Automovilismo.
La nota ya salió en el canal de las pelotas… y circula por las redes cosechando ‘likes’ y ¿piropos de admiradores? No, ya no se puede piropear, me avisan por ‘cucaracha’.
Aquí y ahora, via ‘wasap’, les pido que me cuenten más de ellas. Menos la edad… tengo códigos.
Arranco por la que canta las curvas, la mas bajita, la de Villa Carlitos Paz, la navegante: “Soy Soledad Civalero, nací en Villa Carlos Paz, hermosa ciudad de la que nunca me he movido, ni está en mis planes hacerlo. Amo mi ciudad”, expresa con orgullo. Su amor por el automovilismo también está arraigado en sus raíces: “Vengo de una familia fierrera, mi papá fue mi primer piloto. Fue de quien heredé esta pasión y a los 16 años me hizo debutar a su lado, transmitiéndome todos sus conocimientos.” Esta pasión no fue algo exclusivo de ella, ya que comparte la tradición con sus hermanos, quienes también siguieron sus pasos en el mundo del rally. “Todos mis hermanos empezamos en el mismo lugar: en la butaca derecha de Oscar Civalero Padre.”
Aunque sus hermanos varones optaron por ser pilotos, ella y su madre encontraron su lugar como navegantes, consolidando el legado fierrero familiar. “Mis hermanas y yo, junto con mi mamá, decidimos ser navegantes… realmente somos una familia fierrera, no queda duda.”
Durante 17 años, Soledad ha recorrido campeonatos regionales, provinciales y nacionales en el Rally Argentino y hoy su historia da un nuevo giro. Se siente profundamente orgullosa de haber sido elegida para formar parte del primer binomio femenino en su categoría. “Es un orgullo enorme. Estamos entrenando mucho, tanto arriba como abajo del auto, para lograr nuestros objetivos”, confiesa, mientras se prepara para cada carrera. En su debut, el binomio sorprendió al terminar en el puesto 9 de 17 autos, un logro destacado para su primer carrera. “Es un gran debut para nosotras, corriendo de igual a igual con pilotos con años de experiencia en los caminos”, celebra Soledad.
Aunque el camino recién comienza, sus ambiciones son claras: “El proyecto es avanzar carrera a carrera. Nuestro objetivo para 2025 es sumar puntos en el campeonato“, asegura.
Es mujer, le gusta hablar además de cantar la hoja de ruta… ¿A que si?!?
Vamos con la que maneja el autito… la piloto, la de Tandil:
Magdalena Laura Manochi Nielsen, o Magui, como todos la conocen, nació en Tandil, Buenos Aires, pero hace años que eligió Córdoba como su lugar en el mundo. “No tengo intención de irme”, comenta, reflejando su apego por la provincia que la ha visto crecer como deportista. Su historia en los deportes extremos comenzó hace 11 años, cuando se sumergió en el mundo del Longboard, disciplina en la que no solo se destacó, sino que llegó a ganar un Mundial en 2015, lo que impulsó su carrera al profesionalismo.
Hace seis años, Magui decidió dar un giro a su carrera y se adentró en el mundo del Rally como navegante. “Esto me permitió aprender mucho y ganar varios títulos en San Luis y Córdoba”, destaca. Uno de esos títulos fue el de ‘Maestra de la Tracción Simple’ en 2023, en el paraje puntano de La Toma, un logro que subraya su capacidad y compromiso en este deporte.
Hoy, Magui celebra el hecho de ser piloto de su propio auto, un Ford Fiesta Kinetic, y la primera mujer en formar un equipo 100% femenino en el Rally Cordobés. Su debut como piloto se produjo este año en la Carrera de Carlos Paz, donde todo fue en asfalto. Pero el fin de semana pasado, en Laguna Larga, tuvo su primera experiencia corriendo en tierra, lo que representó un nuevo desafío. “Logré un P9 entre 17 autos en la categoría N1, lo que me motiva mucho a seguir corriendo”, comenta entusiasmada.
Magui ve el Rally no solo como una forma de diversión, sino como un ámbito en el que tiene mucho por aprender y mejorar. “Voy a buen ritmo, y estoy motivada para seguir avanzando”, asegura, mientras se enfoca en continuar creciendo en una disciplina que la ha recibido con los brazos abiertos.
Así hablaron las chicas, como hacían Penélope Glamour (los jóvenes googleen) o Carola Cassini en su novela.
Tanto en el parque de asistencia como en la tele, el tiempo es tirano. Las chicas tienen que ir a divertirs… perdón, a ‘hacer la ruta’, mientras que Volta y Yo tenemos que ir a saquear ‘parrillitas humeantes’ y entrevistar a otros personajes de este bello mundillo, tal como nos exige el guión del programa, que coincide (por suerte) con lo que más nos gusta a los cordoobeses.
El Rally está vivo y nos toca mostrarlo desde adentro.
Hoy salió con aroma de Mujer.
#DosTipasAudaces
#MaguiYSole
#RallyYMasAutomovilismo