Del 1 al 7 de agosto se celebró la Semana Mundial de la Lactancia Materna, proclamada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y Unicef en 1992, con el propósito de fomentar la lactancia materna natural, y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo.
El objetivo central de pediatras, nutricionistas y demás especialistas en salud infantil, es que las mamás no se den por vencidas, y en la medida de lo posible, alimenten a sus niños y niñas a través de este método tan eficaz, natural y sabio.
La lactancia materna no solo es clave en cuanto a la nutrición de los bebés, sino que produce múltiples beneficios, por ejemplo, en el desarrollo dental y de la musculatura del rostro, además de evitar enfermedades de todo tipo, a futuro.
En cuanto a la leche materna y sus beneficios, la odontóloga Silvia Ledesma Echeverry (MP 9473), expresó en diálogo con Carlos Paz Vivo!: “Está formada por agua, hidratos de carbono, proteínas, lactosa, minerales como hierro, calcio, etc. A nivel nutricional es muy rica, por lo que favorece el desarrollo y el sistema inmunológico del bebé. Es el alimento por excelencia. La leche materna es la primera comida natural para los bebés; toda la primera etapa de vida, hasta los 6 meses, la alimentación es puramente líquida y la leche materna tiene todo lo que la nueva vida necesita para nutrirse y estar sana”.
Los beneficios a nivel odontológico
A nivel odontológico, la profesional, destacó : “La succión que se produce gracias a la lactancia materna es vital para el bebé. El niño nace con un reflejo innato de succión. A nivel de la cavidad bucal, esto permite el desarrollo de los maxilares y de la articulación témporomandibular, el desarrollo de la respiración nasal a través del cierre labial. Cuando el bebé succiona favorece la respiración nasal, evitando la respiración bucal que conlleva a ciertas patologías como la oclusión, que puede producirse en un futuro”.
Además, la profesional destacó que la succión favorece el desarrollo de toda la musculatura de la cara, por medio del esfuerzo que hace el niño al succionar. “Allí radica también la diferencia entre la leche materna natural y la leche artificial, o el biberón. La fuerza que realiza el niño o niña, es diferente cuando se alimenta con leche materna. La alimentación con biberón, muchas veces conduce a problemas a futuro, como la oclusión dentaria”, explicó.
La lactancia materna también refuerza y mantiene el circuito de la respiración nasal fisiológica. “El niño, al mamar, respira por la nariz y obtiene una coordinación perfecta entre respirar, succionar y deglutir, sin necesidad de soltar el pezón y disminuir la frecuencia en la respiración bucal”, detalló Ledesma Echeverry.
La primera visita al odontólogo
Por otro lado, según explicó la odontóloga, la primera visita al consultorio odontológico se debe realizar cuando erupciona el primer diente. “Esto es para ver cómo está la estructura bucal y enseñarle a la mamá cómo higienizar la boca del bebé. Es un mito eso de que hay que esperar a que salgan todos los dientes para comenzar a cepillar e higienizar. Por eso es necesario hacer una primera consulta apenas sale el diente”, insistió.
Y agregó: “Pueden generarse hongos por no higienizar correctamente la boca, de allí la importancia de saber hacerlo y evitar enfermedades en los niños.”
Desterrar mitos
Asimismo, es vital desterrar algunos mitos en torno a la odontología, los bebés y la alimentación.
“Muchas madres consultan si es posible contagiar caries a sus bebés a través de la leche materna, y esto no es así, hay que dejarlo claro, es mentira. Otro mito es que hay que esperar para ir al odontólogo cuando el niño o niña tenga todos los dientes; hay que llevarlo apenas aparezca el primero. Y otro muy común, es creer que cuando aparecen los primeros dientes, tengo que dejar de darle la teta. Debemos dar leche materna hasta los 6 meses, exclusivamente. Luego, a partir de los 6 meses comienzan las papillas, pero no tenemos que dejar de dar la teta, sino que se le suman otros alimentos. Por eso es aún más importante la higiene bucal”.