En la gran plataforma de streaming, Netflix, no siempre es fácil encontrar una obra de séptimo arte de satisfaga no solo por su argumento sino por sus formas narrativas. Una poética cinematográfica que pueda trasladarnos a un tiempo y espacio particulares, de una manera tan especial que permita adentrarnos en un universo ajeno e irrepetible, pero al mismo tiempo tan cercano, que no deje de hablarnos de nosotros mismos.
Eso sucede con La vida Maudie o Maudie, el color de la vida, una película canadiense de 2016 dirigida por la irlandesa Aisling Walsh (An Inspector Calls, A Poet in New York).
Se trata de la biopic de la artista folk Maud Lewis, con grandes actores como protagonistas: Sally Hawkins ( Happy-Go-Lucky, La forma del agua) como Maud Lewis y Ethan Hawke ( La sociedad de los poetas muertos, Boyhood, Antes del amanecer, Día de entrenamiento) como su pareja de vida, Everett Lewis.
Cuenta la historia de la pintora que a pesar de padecer artritis reumatoide, y sobrellevar una vida difícil, signada por el abandono por parte de su hermano, -quien vendió la casa paterna sin su consentimiento- y por la pérdida de su propio hijo tras su nacimiento, logró rehacer su vida, tras ir por nuevas oportunidades.
Maudie es un relato íntimo que nos sumerge en la vida de una mujer con esperanza y un brillo únicos, que la llevan a convertirse en una pintora reconocida a nivel internacional.
Pasados los años 30’, en una sociedad machista y conservadora, siendo considerada una mujer débil y discriminada con su condición física, se anima a pedir trabajo a un pescador hosco y muy humilde que necesitaba ayuda en su hogar. Así nace una historia de amor compleja, a través de la cual ella logra vencer la violencia, construyendo un mundo particular, colmado de belleza, serenidad, y pequeños actos de grandeza.
La riqueza del filme radica en la posibilidad que brinda al espectador de conectarse con el mundo interior de la artista, su coraje y sabiduría, su mirada sencilla y esperanzadora de la vida. Con tiempos cinematográficos que invitan a pensar, a entender y sobre todo a sentir lo que sucede con sus personajes centrales, magistralmente interpretados.
Un filme profundo sobre el amor, los motivos insondables del arte y el arte con mayúsculas de la resiliencia y el poder femeninos.