Los gobernadores de la Región Centro, Juan Schiaretti (Córdoba), Omar Perotti (Santa Fe)y Gustavo Bordet (Entre Ríos), solicitaron a través de una nota enviada al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Nación, Juan José Bahillo, que la producción lechera en las tres provincias sea declarada economía regional, para consolidar la actividad como herramienta del crecimiento económico de los pueblos y ciudades del interior productivo.
Indicaron además entre los argumentos del pedido, que la declaración de la lechería como economía regional generará un alivio a la grave situación de la lechería del país, especialmente en la Región Centro.
La solicitud se fundamenta también en el hecho de que las provincias de la Región Centro concentran más del 70% de los tambos del país, conformando la principal cuenca lechera de Argentina y Sudamérica, y también liderando las exportaciones de los productos lácteos.
En 2022 se produjeron 8.100 millones de litros de leche en 7.300 establecimientos lecheros, que generan más de 44.000 puestos de trabajo de manera directa. A su vez, hay más de 260 empresas que procesan y elaboran productos lácteos.
Más allá de las particularidades de cada provincia, mantienen características productivas similares, lo que hace que la producción sea homogénea. De hecho, económicamente es un espacio de concentración de unidades productivas que comparten patrones comunes de producción, problemáticas y/o proyectos, y socialmente presentan fronteras difusas.
A su vez, la lechería se encuentra atravesando los efectos de la sequía, que profundizó la mala situación de pasturas, impidiendo la generación de reservas para producir leche durante el invierno. Por ello, se estima una reducción del 15% de la producción láctea venidera en la región.
Teniendo en cuenta que el Gobierno nacional lleva adelante el Programa de Impulso de Desarrollo de las Economías Regionales, se solicita la declaración como economía regional. Ese programa se sustenta en dos ejes: asistencia financiera y asistencia técnica. El primero, busca mejorar la competitividad, la infraestructura rural y promover el acceso a los mercados externos y el segundo, a favorecer la transferencia de las innovaciones tecnológicas que surgen en el sector.
Más allá de este pedido, Córdoba sigue sosteniendo que es urgente modificar el negocio agropecuario; se deben eliminar las retenciones y tener un tipo de cambio de único, competitivo para el sector productivo, tal como sucede en otros países.
Asimismo, es fundamental avanzar en el diseño e implementación de un modelo agropecuario distinto, que estimule e incentive a la producción y no la penalice, tal como viene sucediendo desde hace años.