PhoTortul 1956
“La Playa de los Hippies”
Cuesta Blanca – Córdoba
Noviembre de 2020
📷DronRamon Lauti & Luis
La sequía 2020 nos sigue preocupando. Y ocupando.
Pusimos rumbo, río arriba, hacia Cuesta Blanca, último bastión urbanizado del Valle de Punilla, bien al sur… y surcamos su cielo con la magia de Dron Ramon.
Buscábamos estragos de la sequía, pero también la belleza de los verdes tras las primeras lluvias.
Apostados en el muro del diquecito histórico, desde donde obtenemos el vital elemento, para potabilizar, todos los Carlospazonzos y las Comunas del sur… y nos elevamos.
La tentación de alejar el Drone más al sur aún y espiar un poco en la mítica Playa de los Hippies se dio de manera natural, casi obligada.
El día despejado permitió que Dron Ramon se aleje de nosotros más de la cuenta… 500… 600 metros quizás. Y espiar.
Todo aquel que paso noches en ese increíble enclave serrano, sabe de lo que hablo: la Playa de los Hippies tiene magia, tiene encanto, tiene mística, alberga algunos peligros por su aislamiento, pero vale la pena vivirlos… siempre.
“Hubo un tiempo que fui hermoso,
y fui libre de verdad,
guardaba todos mis sueños
en castillos cristal”
Cantaban los hippies Nito y Charly en el primer Sui Generis… y esa canción se replica, 45 años después, en todo fogón de esta playa solitaria.
Historias y leyendas se mezclan, se cruzan, se confunden: La Vieja de la Higuera, El Ermitaño, el polígono de tiro de los Guerrilleros, Doña Manuela y su pan casero, Don Basualdo y su vino en damajuana, fogones, desnudos, vasos, besos, porros, arena virgen, flechaduras de molle, agua cristalina, la canoa taxi de Rogelio, atardeceres mágicos y amaneceres cándidos.
La Playa de los hippies, espiada así, con Dron Ramon es casi un sacrilegio, pero teníamos que hacerlo.
Un par de bañistas lo saludan (o lo maldicen) al verlo pasar… rompiendo la tranquilidad serrana intacta… del último enclave de Punilla… al sur… bien al Sur.
La Sequia 2020 sigue golpeando, pero las lluvias recientes tiñeron todo de verde, de mil distintos tonos de verde, el monte serrano libre de incendios en este sitio… y engordaron el río Cajón, el río Malambo… y así el San Antonio que los contiene y de allá baja, para darnos agua… que es Vida.
Y ‘Vida’ fue, justamente, el nombre del disco de Sui Generis… ícono de campamentos donde siempre hay una guitarrita criolla.
“Aprendí a ser
formal y cortés,
cortándome el pelo
una vez por mes”.
Vamos a volver a la Playa de los Hippies porque hay demasiadas cosas para contar… y me gusta contar… y a Vos que allí fuiste alguna vez, te gustaría evocar.
Y si nunca fuiste a esta playa… ¿que estarías esperando?!?
#RioSanAntonio