En abril pasado, la médica carlospacense Marina Villa emigró a España para instalarse en Cataluña donde sigue desarrollando su profesión.

Desde allí le cuenta a Carlos Paz Vivo cómo se vive esta etapa del ingreso de la quinta ola de coronavirus en aquel país a partir del ingreso de la variante delta. Algunas claves para entender cómo podemos prevenir el rebote de lo que sucede en Europa.

“En junio no tuvimos más ingresados por Covid, trabajo en hospital de cuidados intermedios que no tiene terapia intensiva, por lo cual no tenemos pacientes con ventilación mecánica pero sí pacientes con otro tipo de terapias respiratorias”, cuenta le médica y agrega: “En junio no tuvimos más pacientes, las consultas eran muy pocas, los contagios habían disminuido muchísimo”. Marina Villa trabaja en Blanes, provincia de Girona, a una hora y media en auto de Barcelona.

“El 23 de junio se celebró la festividad de las Verbenas de San Juan, que aquí es una celebración como la de un Año Nuevo. Se juntaron las familias y los jóvenes. Vivo en un complejo vacacional y los departamentos explotaban de amigos y familias y a partir de ese momento empezaron a aumentar los contagios sobre todo en la población joven”, explica Villa que agrega: “Hay dos factores que lo explican: son las personas que no se cuidan y es la población que en gran parte todavía no está vacunada y están perpetuando la curva de contagios”.

-Y empezaron a tener contagios más numerosos…

-Esta semana, después de más de un mes sin ingresos de pacientes Covid críticos, empezamos a tener nuevamente casos de adultos mayores con pauta completa de vacunación y por tener comorbilidades eso le da un estado de fragilidad y han desarrollado la neumonía por Covid. Aquí en España se ha usado la vacuna de Pfizer y Moderna. Este viernes tuvimos dos hombres 50 años, que fueron llamados a vacunarse y no concurrieron por la tergiversación de que la vacuna les iba a hacer mal o que trae daños a futuro. Ambos están muy graves. Y eso se refleja en Barcelona y en todo Cataluña. Creció tan exponencialmente el número de contagios que varios países de la Unión Europea han considerado a Cataluña como destino de alto riesgo y han recomendado no venir. Eso afecta considerablemente la economía de Cataluña, que vive del turismo, y ya son dos años en los que se cierra en julio. Seguimos sin la obligación de usar la mascarilla al aire libre, aunque la gente por miedo lo sigue usando.

-¿Qué sucede con el turismo?

-La otra cosa que está pasando son los turistas que han llegado y se contagiaron. Habilitaron un hotel en Girona para los turistas con test positivos y se llenó el primer día. Como gran parte del turismo lo conforman grupos de jóvenes de Alemania y Francia,  sobre todo, se han contagiado acá o dieron positivo en los hoteles. Lo que pasa después es que el hotelero los manda al hospital y si da positivo no los quieren recibir más. Tuvimos un chico de Alemania, de 17 años, durmiendo en el Hospital. Esto era una crónica con final conocido porque sucede por alivianar tanto las restricciones cuando teníamos un porcentaje todavía sin cobertura de inmunidad, de 50 años para abajo, y sabemos que esa franja de 35 a 50 años hace Covid grave.

-¿Cuál es el mensaje que deja para Argentina?

-Ojalá en algún momento todo lo que pasa de este lado sirvan de experiencia en Argentina porque todos los tropiezos que hay de este lado se repiten en Argentina. Ojalá que esta vez no pase y que aumenten el ritmo de inmunización para que la temporada de verano, las clases y todo se pueda establecer. Un dato positivo basado en la evidencia de la vida real es que los pacientes que están vacunados y no tienen comorbilidades están andando muy bien. Por lo cual, se demuestra en la vida real que la vacunación es efectiva.