Por encima de lo esperado por el mercado, la inflación de junio se aceleró levemente al 2,2% en junio y cerró el primer semestre con un alza del 13,6%, la menor para este período desde 2017. Paralelamente, según los datos publicados este miércoles por el INDEC, la suba durante el segundo trimestre de 2020 fue la más baja de la serie iniciada en 2016.

En un marco de paulatina reapertura de actividades en gran parte del país tras las fuertes restricciones para prevenir los contagios de Covid-19, INDEC aseguró que la cantidad de precios relevados en junio fue superior a la de mayo y que la única división que debió imputarse por el nivel general fue Restaurantes y hoteles, debido a que la mayoría de los locales que la integran permanecieron cerrados.

La mayoría de las estimaciones realizadas por las consultoras privadas habían coincidido en un importante salto en los productos vinculados con el acondicionamiento de los hogares. Según el centro de estudios CREEBBA, esto estuvo con la mayor dedicación que las familias le estuvieron destinando a este tipo de actividades en el contexto del aislamiento obligatorio.

Paralelamente, el incremento en vestimenta fue explicado, en buena parte, por un factor estacional relacionado con el inicio de la temporada de invierno. Precisamente, los precios estacionales en su conjunto subieron un 4,8% según los datos oficiales, por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general.

Por el contrario, se registró una suba de apenas 0,7% en los precios regulados por el Gobierno. Entre ellos se ubican las tarifas de servicios públicos, que permanecieron congeladas durante junio y se prevé que seguirán sin variaciones durante los próximos meses.

En tanto que, los precios en alimentos y bebidas, el rubro de mayor incidencia en el IPC, treparon solamente un 1%, aunque se registró una aceleración respecto al 0,3% de mayo.

Fuente: Ámbito.com