El Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz aprobó un proyecto de declaración manifestando su pesar por el fallecimiento del Papa Francisco.
El proyecto fue firmado por los 12 concejales y aprobado por unanimidad.
EL CONCEJO DE REPRESENTANTES DEL MUNICIPIO DE VILLA CARLOS PAZ
D E C L A R A
Su más profundo reconocimiento al Papa Francisco, primer Pontífice de origen argentino y latinoamericano, por su invaluable labor en favor de la humanidad, su defensa incansable de los derechos humanos, el ambiente, la justicia social y la dignidad de toda persona.
Expresa además su orgullo por contar, en el corazón de nuestra historia, con una figura que ha sabido trascender credos y fronteras, y que hoy se yergue como uno de los más grandes líderes morales y espirituales de nuestra era.
F U N D A M E N T O S
La destacada figura del Papa Francisco en el escenario global desde su elección como Sumo Pontífice en marzo de 2013, enmarcan un enorme legado del primer Papa de origen argentino y latinoamericano, quien durante su pontificado ha promovido valores universales de paz, fraternidad y diálogo interreligioso.
El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, ha trascendido los límites de la Iglesia Católica para convertirse en una voz ética de alcance universal, que interpela a creyentes y no creyentes, gobernantes y pueblos, instituciones y movimientos sociales, con una propuesta profundamente humanista.
Su pontificado ha estado marcado por una coherencia profunda entre palabra y gesto, por una espiritualidad centrada en la misericordia y por una vocación radical por los últimos, los descartados del mundo, como él mismo los llama.
Francisco ha promovido una reforma eclesial con raíces en la sencillez, la cercanía y el diálogo, impulsando una Iglesia “en salida”, que se aleja del clericalismo y se acerca a las periferias geográficas y existenciales del mundo.
Su liderazgo ha contribuido a reposicionar la voz moral de la Iglesia sobre problemáticas cruciales de nuestro tiempo, como el cambio climático, la migración, la desigualdad, la violencia, el fundamentalismo y la crisis de sentido contemporánea.
Documentos como la encíclica Laudato si’ (2015) han sido verdaderos hitos en la reflexión ambiental global, con una mirada profundamente crítica sobre el paradigma tecnocrático dominante y una defensa clara de la “casa común”.
En Fratelli tutti (2020), el Papa Francisco profundiza una ética de la fraternidad universal, proponiendo el diálogo, la amistad social y la cultura del encuentro como pilares para construir una humanidad reconciliada.
Que sus enseñanzas se reflejan también en frases de hondo contenido espiritual y político que ha pronunciado, como: “No hay verdad sin amor”, “Nadie se salva solo, como individuo aislado” “El tiempo es superior al espacio”, “Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio”, “Si alguien es gay, ¿Quién soy yo para juzgarlo?”.
Su constante llamamiento a “no juzgar, sino acompañar”, a “escuchar el clamor de los pueblos”, a “poner al pobre en el centro”, y su compromiso con los migrantes, los pueblos originarios y las víctimas de las guerras, lo han consolidado como un referente ético mundial.
Francisco ha sostenido con firmeza la importancia del diálogo interreligioso como camino para la paz, compartiendo encuentros históricos con líderes del Islam, de las Iglesias orientales y ortodoxas, en gestos que han buscado reconciliar siglos de desencuentros y tender puentes donde antes hubo muros;
Su firma del Documento sobre la Fraternidad Humana junto al Gran Imán de Al-Azhar en 2019, así como sus visitas a Irak y a Baréin, han demostrado su convicción de que las religiones, lejos de dividir, deben ser instrumentos de unión, de respeto mutuo y de cuidado de los pueblos.
Ha sabido también reconocer con valentía y humildad los errores cometidos por la Iglesia a lo largo de la historia, pidiendo perdón a los pueblos originarios, a las víctimas de abusos y a tantas personas marginadas por estructuras de poder que se alejaron del Evangelio.
Su estilo pastoral, simple, austero, profundamente empático, ha sido una señal viva de que otro modo de ejercer el poder, basado en el servicio, es posible.
Su liderazgo ha sido también un llamado a la conciencia de los pueblos: a resistir la indiferencia, a mirar al otro como prójimo, a construir una civilización del amor y no del descarte.
Su vínculo con nuestra ciudad, Villa Carlos Paz, también forma parte de ese legado. Cuando aún era conocido como Jorge Mario Bergoglio, visitó en dos oportunidades este lugar, primero durante su etapa de formación y luego como formador de nuevos sacerdotes. En la década del sesenta, arribó a la estancia jesuítica de La Quinta, donde permaneció durante varios meses, en una época en la que el espacio funcionaba como centro de seminarios de la Compañía de Jesús y contaba con una residencia junto a la Parroquia del Niño Dios. Años más tarde, volvería a este predio para recibir a estudiantes de colegios religiosos en su proceso de formación sacerdotal.
El paso del Papa Francisco por nuestra ciudad deja una huella imborrable, que resignifica aún más el afecto y la admiración que el pueblo de Villa Carlos Paz le profesa.
La verdadera trascendencia histórica del Papa Francisco se consolidará con el claridad la magnitud de su legado: un liderazgo espiritual que devolvió centralidad a los valores de la compasión, la justicia y la fraternidad; una voz profética que interpeló al mundo desde la humildad; y una figura que, más allá de su investidura, encarnó con autenticidad los desafíos y esperanzas de nuestro tiempo.