En verdadero Caos se generó en Italia luego de que el Gobierno tomara la decisión de cerrar 14 regiones del norte Italiano por el contagio de más de 1300 personas en un día y la suma de 133 muertos en el mismo periodo.
Las medidas del gobierno, de aislar las zonas más afectadas mediante un decreto, se filtraron a la prensa antes de ser ejecutadas, lo que generó un efecto inverso. En la noche del sábado miles de personas intentaban “escapar” al aislamiento en los últimos trenes del día.
En total más de 16 millones de personas que ya tienen prohibido entrar o salir de estos territorios.
Mientras los contagios se disparaban hasta más de 7.000 positivos y 366 muertos –133 en sólo 24 horas– Italia vivía ayer una de las jornadas más caóticas de los últimos años. El norte de Italia estaba en teoría aislado, pero los trenes seguían entrando y saliendo de Milán con normalidad.
Nadie había instaurado controles policiales en las zonas rojas. Alitalia dijo que cerraría unos sesenta vuelos al día desde los aeropuertos de Milán y Venecia, pero nada se sabe del resto de aerolíneas.
El domingo los aeropuertos seguían abiertos. En las fronteras no había cierre de carreteras, sólo patrullas disuasorias. La policía ferroviaria todavía no había recibido disposiciones, y sólo invitaba a los viajeros a partir sólo si era estrictamente necesario.
La norma no cierra de facto el norte de Italia, sino que prevé que los italianos puedan regresar a sus casas y viajar en casos de “imperativos profesionales debidamente verificados y a situaciones de urgencia por razones de salud”, aunque al principio nadie sabía quién se encargaría de controlar estas condiciones excepcionales. Por la noche, el Ministerio del Interior puso algo de claridad y ordenó controles en estaciones, aeropuertos y en las carreteras de las zonas confinadas para comprobar estas excepciones.
“Una chapuza”, decía ayer algún analista italiano, refiriéndose al caos creado por la publicación de un borrador no definitivo en la noche del sábado. El Gobierno mandó una primera versión del decreto que incluía el cierre de la Lombardía y otras 11 provincias a los gobernadores para que enviasen sus sugerencias. Al final se añadieron tres provincias más en el Piamonte fronterizas con la Lombardía, por petición del propio gobernador del Piamonte, Alberto Cirio, que ayer confirmó que él también ha sido infectado por el virus. Se une a otros políticos de primera fila contagiados, como el líder del Partido Demócrata, Nicola Zingaretti.