La fiscal Jorgelina Gómez está a cargo de la investigación que intenta revelar si la muerte de Gabriel Artura, quien apareció golpeado en su casa de San Antonio de Arredondo, está envuelta en un crimen motivado por un ajuste de cuentas.
Fuentes judiciales confirmaron que el hombre de 44 años había salido del penal de Bouwer a principios de este año.
El 9 de setiembre, algo raro pasó en la casa de calle López, sin número, en el barrio cercano al Aeródromo de San Antonio. Los vecinos escucharon ruidos raros y un auto que salía rápidamente del lugar.
Según la información que se tiene hasta el momento, a Artura lo trasladaron en un vehículo particular al hospital Sayago. Allí constataron que su estado era muy grave y los médicos decidieron su traslado al hospital Misericordia, de la ciudad de Córdoba, donde murió el 11 de setiembre.
La Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla comenzó un rastrillaje telefónico para determinar cuáles fueron los últimos contactos de Artura, quien habría estado detenido por una causa de narcotráfico.
Los vecinos de San Antonio no salen del asombro por lo sucedido.