Sus ojos celestes brillan más que nunca. Altiva, madura, soberana de su carrera artística, multifacética y muy crítica de la realidad social que nos toca vivir, Inés Estévez se muestra como una artista sólida, que incursionó en la televisión, el cine y el teatro. En este último, no sólo como actriz, sino como directora.
Actualmente, se destaca como cantante de jazz y blues. Primero conformó un dúo, Estévez & Malosetti, junto al músico Javier Malosetti, y luego de realizar shows en diferentes puntos del país, se lanzó como solista. Su primer disco fue Nude y según cuenta, hoy la música se convirtió en su mayor pasión.
Sin embargo, esta temporada 2019, se sumó al elenco de Brujas, que se presenta de martes a domingos en el Teatro Candilejas de Villa Carlos Paz, junto a Andrea Bonelli, María Socas, Viviana Saccone y Romina Ricci. Obra con la que está nominada a los Premios Vos de La Voz del Interior, como mejor labor protagónica femenina y como mejor elenco.
-Sos una actriz a la que le ha tocado hacer personajes tan complejos y difíciles en su construcción como Jimena Soria de Vulnerables. Después de eso dirigiste teatro, fuiste profesora, escribiste un libro, y últimamente te vemos cantando jazz con mucho éxito ¿estudiaste lírico en tus comienzos para dedicarte en algún momento a la música?
-Sí, estudié, pero no lo hice para cantar, lo hice para tener apoyatura en el escenario, para cuando hablaba, solo fue un tiempo. La voz es como un músculo, si no lo laburás, se desarma. Siempre canté, pero no estaba en mis planes dedicarme profesionalmente a eso, para nada. Sí estuvo en mis planes lo que hice en el medio de mi carrera, que fue dirigir, escribir, enseñar. La literatura es otra de las cosas que me interesó desarrollar, por lo que publiqué un libro que se llamó La gracia.
-Respecto a tu rol de profesora, ¿cómo surgió?
-En realidad fue algo que me empezaron a pedir, probé y comencé a descubrir una vocación docente que no sabía que tenía. Me encanta dirigir actores también, pero la música en realidad apareció mucho después, de una manera mucho más fortuita, y ahora es lo que más me interesa, es mi mayor pasión, lo que más me gusta.
-¿Por qué el jazz y blues?
-Salió por el lado del jazz porque mi viejo era muy jazzero, tocaba un par de instrumentos y cantaba de oído. Tenía mucha capacidad musical. En mi casa en general sucedía eso. Mi madre también la tiene, mis hermanos también, pero nadie se dedicó profesionalmente. Yo tampoco pensaba hacerlo, pero la vida me fue llevando y terminé heredando una banda de la que me hice cargo, y pasó que terminé grabando un disco y en un año y 5 meses hice alrededor de 100 shows, y seguimos programando para el 2019, así que muy contenta.
el feminismo no es privativo de las mujeres, como el machismo no es privativo de los hombres. La mentalidad machista tiene que ver con la mente patriarcal.
-¿Cómo fue que en su momento, 2005, decidiste retirarte de la actuación? Por suerte regresaste, pero eso fue algo que siempre me llamó la atención.
-En realidad lo había decidido 5 años antes de que suceda.
-Fue un proceso largo…
-Sí, tenía ganas de explorar más otras cosas ¿viste?, de estar más del lado de las ideas. Coincidió también con un momento del mundo en el que la hipercomunicación hizo que la actuación se banalizara mucho. De todas las ramas del arte, en aquel momento, pasó a ser como la menos artística. Ahora se reequilibró, pero en aquel momento era algo bastante raro, porque no había un discernimiento respecto de quién estaba ahí por el arte, y de quién estaba ahí por otras razones- que yo valoro ¿eh?-, no tengo prejuicio, pero había como una gran confusión acerca de cómo tratar al actor, en cuanto a envolverte en un circo que no tenía nada que ver con los que estábamos ahí para expresarnos artísticamente y nada más.
-¿Inmediatamente te dedicaste a enseñar y a la literatura?
-Esperé esos cinco años haciendo teatro y cine y vi que no, que todo estaba muy viciado, que la fama era un valor en sí mismo. Después esas cosas se reequilibraron, gracias a Dios. Entonces sí, dejé un tiempo, empecé a enseñar, conduje un programa sobre cine, dirigí teatro, publiqué mi libro, y después de 9 años, volví a actuar. En el medio, fui madre.
-Respecto a la maternidad, tuviste la valentía de adoptar a dos niñas con problemas de salud y si bien sé que no te gusta ser ejemplo de nada, al ser conocida, estás dejando un mensaje muy positivo a la sociedad ¿Cómo decidiste adoptarlas?
-Fue un proceso muy natural, en realidad había ciertas dificultades, si bien no tenía problemas para tener hijos biológicos, hubo problemas que no estaban relacionados con mi organismo, pero que requerían de un tratamiento de alta complejidad y a mí me parecía muy egoísta habiendo tanto hijo sin padre, así que fue muy natural adoptar. Y en el camino, hay una pregunta que te hacen cuando adoptás legalmente: si querés hijos sanos. Ahí pregunté cuál era la otra opción y me hablaron de enfermedades tratables o reversibles, me pareció que todos tenemos derechos, así que ahí están esas dos hermosuras. Pero no pretendo ser ejemplo de nada.
-Pero sin querer, estás dejando el mensaje…
-Tal vez lo que me parece bueno, es desmitificar aquello de que si no es biológico, no es un hijo. Ese error que se transforma en un horror, porque los vínculos igual hay que construirlos, dado que si no, no habría padres e hijos enemistados. Entonces no tiene nada que ver la sangre, tiene que ver el vínculo que vos desarrolles con esa persona, y también ese mito de solicitar hijos pequeños, o bebés recién nacidos. La gente no sabe lo que se pierde con un niño que tiene conciencia de la necesidad de una familia. Así que si le sirve a alguien para desmitificar esos preconceptos, está buenísimo.
-¿Te considerás feminista?
-Sí, el feminismo no es privativo de las mujeres, como el machismo no es privativo de los hombres. La mentalidad machista tiene que ver con la mente patriarcal. Hay muchas mujeres machistas. No se condena al género masculino, lo que se hace es cuestionar un sistema injusto, que divide y separa los géneros, y que también es un mandato de condena al hombre a ocupar un rol que es de un desgaste y de una exigencia muy inconducente. Entonces el feminismo es una búsqueda, ni siquiera de igualdad, -porque no somos iguales-, es una búsqueda de justicia, de ecuanimidad.
-¿Qué posición tomás respecto a los escraches que se vienen haciendo? Pienso en el caso Thelma Fardín, pero hay tantos otros a partir de ese ¿Son siempre conducentes? Sobre todo en el caso de los adolescentes, recuerdo lo que sucedió con el joven que se suicidó en Bariloche por una falsa denuncia de abuso sexual.
-Prefiero no hablar de temas puntuales. Estamos en un punto de inflexión histórico. Entonces es lógico que exista desfasajes y radicalizaciones extremas de un extremo y del otro, y errores respecto de cómo abordar ciertas instancias, pero es lógico. Es realmente un momento de cambios, entonces no vemos con claridad, hay una gran confusión.
lo que me parece bueno es desmitificar aquello de que si no es biológico, no es un hijo.
-En relación a Brujas, obra que te trajo hasta Villa Carlos Paz ¿cómo es tu personaje? , ¿cómo te sentís haciendo esta propuesta?
-Es muy divertido mi personaje, porque es el único que desacraliza las instancias dramáticas. Es la prostituta de alta gama, que tiene una cultura, que se ha criado con una gran educación, pero que ha elegido ese camino como parte de sus vivencias y su historia. Es un personaje que realmente me gusta, porque tengo que componer un comportamiento y una actitud que no me pertenecen, y a mí me gusta mucho separarme de mí misma y de los personajes previos cuando actúo.
-¿Cómo es la relación con las compañeras de trabajo?
-Hay mucha empatía, colaboración, no hay diferencias ni estatus, somos todas mujeres esforzadas, madres, trabajadoras, gente que la lucha diariamente, y desde un primer momento, hubo una sensación de clan.
-¿Te gusta Carlos Paz?, ¿lo estás disfrutando?
-Me gusta el clima, el paisaje, no he tenido tiempo de pasear, pero es lindo. Ahora están por llegar mis hijas, la logística para venir acá ha sido importante. Es la primera vez que hago este movimiento, pero recibí un gran apoyo desde la producción del espectáculo de Daniel Comba, mucho estímulo de parte de Moria Casán, mucha colaboración de parte de Maxi Cardaci y el elenco, las chicas son increíbles.