Guillermo Vilas es el padre del tenis en la Argentina. Y ese título se lo empezó a ganar en el año 1977 en el que se adjudicó 16 torneos, entre ellos los Grand Slam de Francia y Estados Unidos.
Precisamente, de Roland Garros se cumplen este lunes 40 años: el 5 de junio de 1977, “Willy” apabullaba en la final al estadounidense Brian Gottfried por 6-0, 6-3 y 6-0 para consagrarse campeón.
El marplatense llegó al torneo más importante del mundo sobre polvo de ladrillo como uno de los grandes favorito a ganar el título.
Del primer al último encuentro, “Willy” mostró todo lo que venía insinuando y se quedó con el trofeo de un torneo en el que apenas perdió un set, en la segunda ronda, en un encuentro que después terminó ganando de manera aplastante. Cada cotejo era estratégicamente preparado por Vilas junto a su entrenador, el rumano Ion Tiriac, porque ambos sabían que estaban ante la oportunidad histórica de ganar por primera vez Roland Garros, especialmente por la ausencia del gran rival de esa época en polvo de ladrillo, el sueco Bjorn Borg.
Vilas llegó a la final y llevaba 18 sets ganados, cuatro de ellos por 6-0 y apenas uno perdido. Parecía invencible. Fue invencible. Porque en el encuentro decisivo hizo lo que quiso y se quedó con la victoria más holgada en una final de Grand Slam al vencer al estadounidense Brian Gottfried, quinto favorito, por 6-0, 6-3 y 6-0.
Gottfried había eliminado en cuartos de final al rumano Illie Nastase, primer preclasificado, pero no tuvo ninguna chance frente al marplatense.
Vilas tardó una hora y cincuenta y tres minutos en ganar el primero de los cuatro Grand Slam que conseguiría en su carrera, donde también sumó un US Open y dos abierto de Australia.
En Roland Garros, además de la final de 1975 y 1977, disputó otras dos más: 1978 y 1980.