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Habló la tía de Araralí y dijo que su crimen se podría haber evitado

Se trata de Betiana, prima hermana de la madre de Aralí, la niña asesinada el fin de semana pasado en Brinkmann. El cuerpo de la menor apareció calcinado en una habitación de la casa que habitaba junto a su madre, su padrastro y cinco hermanitos.

El fiscal del caso, Oscar Gieco, ordenó la detención de la madre, el padrastro y un amigo de éste y aseguró que la autopsia determinó que la niña estaba muerto cuando se inició el fuego.

En un reportaje que dio a Clarín, la mujer afirmó que el sábado pasó a buscar a sus sobrinos para llevarlos al comedor de la iglesia a la que concurre. Y Ezequiel Simeone, el padrastro de la niña, le dijo que Aralí estaba dormida.

“Como todos los sábados, pasé por la casa y me atendió Simeone. Le pregunto por los nenes y me dice que a uno de ellos se lo había llevado el abuelo, otros dos estaban en otro lugar y entonces quedaban tres. Entre esos tres estaba Aralí. Le pregunto por ella porque no la veía y me dice que estaba durmiendo. Entonces le dije que la despierte para que la llevara a la iglesia, pero él comenzó a decirme que la madre no estaba desde el viernes y otras cosas más”, relató la mujer.

Y dijo que sólo se llevó a uno de los chicos a la iglesia.

-¿Qué se veía en el ambiente de esa casa antes de la tragedia?

-Todo el mundo lo sabía. Era un ambiente donde había maltratos, donde había peleas, donde había discusiones, consumo de droga, consumo de alcohol, fiestas. En ese ambiente ocurría todo esto.

-¿Es algo que venía desde hace mucho tiempo?

-Sí, sí, sí. Ella tenía problemas de consumo desde hace mucho tiempo.

-Se supo que los nenes estuvieron varias veces al cuidado de familiares. ¿Le tocó alguna vez a usted esa tarea?

-Tal cual, una vez me tocó con la nena fallecida. La tuve cuando era bebé y fue por unos tres meses. Como siempre sucede, se la devuelven a la mamá porque tiene prioridad. Pero lo hacen sin saber cómo es y nunca averiguan cómo van a llegar a estar los nenes con la mamá. Tengo una impotencia y un dolor muy profundos en el alma. Sobre todo, porque todavía no puedo hacer el duelo, porque tengo a los nenes conmigo y tengo que estar fuerte para atender a las criaturas.