A través de una carta que firman las autoridades de la Asociación Hotelera Gastronómica de Villa Carlos Paz, la Cámara de Turismo de Carlos Paz y la Asociación Hotelera Gastronómica de Punillla Centro Norte, los empresarios manifestaron su pesar por la falta de respuesta a sus demandas en el contexto de cierre que vive la actividad por la pandemia.
“Señores funcionarios, de todos los niveles, hacemos extensiva esta comunicación luego de
haber recorrido un largo camino sin respuestas”, arranca el escrito.
Y sigue: “A estas alturas, quienes representamos el sector turístico nos sentimos abandonados a nuestra suerte. O ni siquiera a ella. Abandonados e impedidos de poder desarrollar nuestra actividad, atados de mano por una Pandemia sanitaria que nos excede a todos, pero también, imposibilitados para hacerle frente a uno de los peores desastres económicos de la historia”.
Por otro lado, plantearon que el quiebre de los empresarios del sector es “inminente”. “Pero nuestro quiebre no es sólo empresarial. Arrastra a toda a una cadena de trabajadores para quienes el turismo es su principal fuente de ingresos. Y también los arrastra a ustedes porque no hay estado que se solvente sin el aporte de sus socios económicos”.
En este punto, plantearon: “Advertimos con sorpresa la falta de diálogo, de búsqueda de soluciones en conjunto, el tremendo desentendimiento de la clase política hacia nosotros, los aportantes. A la fecha no hemos visto gestos concretos que nos permitan interpretar un esfuerzo conjunto para salir de esta crisis. Con muy poco criterio, se pretende que vivamos a puertas cerradas mientras los costos sociales, impositivos y de servicios siguen enterrando nuestras posibilidades de sobrevida”.
Y agregan: “Nos piden paciencia y una casta política se aprueba un 40 por ciento de aumento. Nos piden tolerancia cuando no pueden siquiera controlar el desmadre de una fiesta clandestina. Nos piden respeto y hablan de promesas y ayudas no reintegrables que ni siquiera nos incluyen.
Los reclamos
Políticas de estado claras, que nos den previsibilidad, para recuperar la producción y el
trabajo privado.
Celeridad en la aplicación de vacunas y como consecuencia de esto, la creación de un
Pasaporte Sanitario que signifique la apertura a un turismo libre y seguro.
Igualdad de condiciones en el trato y no exclusividades a dedo.
Igualdad en el acceso a las ayudas económicas no reintegrables, eliminación de las
tasas que graban una actividad que no estamos ejerciendo. Diferenciación en el cobro
de servicios implicados directamente en nuestro trabajo. Y finalmente, ser escuchados, participar de la mesa de diálogo. Porque seguimos creyendo que invertir y trabajar en Argentina no debería ser un castigo sino un derecho y prioridad de los gobiernos locales.