El Papa criticó la “infodemia basada en el miedo”. Y aseguró que “estar adecuadamente informado, ser ayudado a entender en base a datos científicos y no a fake news, es un derecho humano”.
El papa Francisco criticó este viernes la “infodemia” sobre el coronavirus “basada en el miedo”, al tiempo que convocó a “contrarrestar” las noticias falsas sobre la Covid-19 al recibir a un grupo de medios católicos del consorcio “Catholic fact-checking”.
“No podemos esconder que en este tiempo, además de la pandemia, se difunde una infodemia, la deformación de la realidad basada en el miedo, que en la sociedad global hace retumbar ecos y comentarios sobre noticias falsificadas cuando no inventadas”, planteó el pontífice desde el Vaticano.
“Puede contribuir a este clima, a menudo sin saberlo, incluso la multiplicación y superposición de información, comentarios y opiniones llamados científicos, que acaban provocando confusión en el lector u oyente”, detalló Jorge Bergoglio.
El “Catholic fact-cheking” reúne a medios de comunicación católicos de todo el mundo con el objetivo de ayudar a esclarecer noticias falsas o confusas sobre las vacunas contra la Covid-19, sgún se define.
En ese marco, el Papa aseguró que “estar adecuadamente informado, ser ayudado a entender en base a datos científicos y no a fake news, es un derecho humano”.
Para el pontífice, “la información correcta debe ser garantizada sobre todo a los que tienen menos medios, a los más débiles, a los que son más vulnerables”.
En su discurso en la Sala Clementina del Palacio Apostólico vaticano, el Papa pidió “contrarrestar” las denominadas “fake news” y llamó a “respetar a las personas, que a menudo sin plena advertencia y responsabilidad adhieren” a las noticias falsas.
“El comunicador cristiano hace suyo el estilo evangélico, tiende puentes, es artífice de la paz también y sobre todo en la búsqueda de la verdad”, convocó el Papa a los participantes.
Así, el pontífice trazó el perfil del comunicador que tiene un enfoque que “no se opone a personas, no asume actitudes de superioridad, no simplifica la realidad, para no caer en un fideísmo científico”.
“La realidad es siempre más compleja de lo que creemos y debemos respetar las dudas, las la angustia, las preguntas de las personas, tratando de acompañarlas sin tratarlas nunca con suficiencia”, finalizó.