El grupo de 195 personas, muchos de ellos diplomáticos y sus familias, se mantendrá en la Base Aérea March Air en Riverside, California, durante ese periodo de tiempo para confirmar que no se hayan contagiado con el virus “2019-nCoV”, que en China ya afectó a casi 10.000 personas y causó la muerte de otras 213. Los estadounidense aterrizaron el miércoles y fueron revisados y evaluados por personal médico en “cada paso del camino, incluso antes del despegue”, informó EFE.
Desde entonces son clínicamente vigilados de manera permanente con pruebas de laboratorio, controles de temperatura y observación de síntomas respiratorios por funcionarios federales.
“Si bien reconocemos que esta es una acción sin precedentes, enfrentamos una amenaza de salud pública sin precedentes”, dijoNancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC durante una teleconferencia.Según la funcionaria de salud, esta cuarentena representa la primera orden federal de este tipo en 50 años.
La gravedad de la situación en China “sugiere una mortalidad significativa asociada con esta enfermedad,” dijo Messonnier, quien reconoció que Estados Unidos toma medidas “como si fuera la próxima pandemia”, aunque expresó que no es el caso.