El expresidente Donald Trump dio un discurso de 90 minutos la noche del sábado en un recinto ferial en el estado de Ohio, en su primer gran mitin desde que dejó la Casa Blanca, celebrado en apoyo de un candidato republicano al Congreso.
Luego de jugar varias veces con la posibilidad de una reelección en 2024 y de varios meses prácticamente fuera del foco de atención, desterrado de las redes sociales tras difundir noticias falsas y alentar el mortal asalto al Capitolio del 6 de enero, Trump retomó el contacto con sus seguidores previa reunión con la dirigencia partidaria local.
Durante el acto no hizo una mención clara a su futuro político, incluso cuando la multitud coreaba “¡Cuatro años más! ¡Cuatro años más!”
“Puede que tengamos que ganar por tercera vez. Es posible”, dijo denunciando una vez más que las elecciones de noviembre fueron fraudulentas. La multitud lo vitoreó.
Trump mencionó temas como la inmigración, crimen, derecho al porte de armas, Afganistán, Irán, pasando de uno a otro, como le es habitual, informó la agencia de noticias AFP.
“Joe Bidenestá destruyendo nuestra nación ante nuestros propios ojos”.
DONALD TRUMP
Pero hubo un mensaje con el que fue recurrente: “Joe Biden está destruyendo nuestra nación ante nuestros propios ojos”.
Hasta ahora, Trump había pronunciado dos discursos importantes desde que dejó la Casa Blanca en enero, incluido un duro monólogo en Carolina del Norte a principios de este mes.
El ambiente en que se desarrolló el mitin del sábado a la noche no se pareció en nada al de sus famosos actos al aire libre, y con este acto público en Ohio, el magnate inauguró su “gira de la venganza”, como ya la bautizaron algunos medios.
Los miles de simpatizantes que llegaron a Wellingon, Ohio, desde hace días y que acamparon para garantizarse un lugar estaban entusiasmados, pero no eran tan estridentes como es habitual en las concentraciones de Trump.
Uno de los propósitos del expresidente era respaldar al candidato conservador Max Miller, un exasesor en la Casa Blanca durante su mandato que se medirá en las primarias en Ohio contra el congresista Anthony Gonzalez.
Trump, de 75 años, mantuvo un perfil relativamente bajo desde que dejó la presidencia tres semanas después del asalto al Congreso del 6 de enero que terminó con cinco muertos, entre ellos un policía.
La Cámara de Representantes acusó a Trump por incitar a la insurrección. Una decena de republicanos se sumaron a los demócratas, pero el magnate fue absuelto por el Senado. Fue su segundo juicio político.
Trump volvió a dejar claro que pretende seguir siendo decisivo en un Partido Republicano que el año próximo tratará de recuperar el control del Senado y la Cámara de Representantes.
En particular, mostró su voluntad de ayudar a los candidatos que respalden su movimiento Make America Great Again (MAGA, por su sigla en inglés, o “Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez”).
Asimismo, prometió hacer campaña contra todos los republicanos que compitan en las primarias contra los 10 congresistas de su partido que votaron a favor de un segundo juicio político en su contra. Gonzalez es uno de ellos.
Lo mismo está haciendo con el rival de la senadora Lisa Murkowski, la única republicana que tomó esa posición en la cámara alta.
El Comité de Acción Política de Trump sostiene que el mitin de Ohio marca la primera de muchas apariciones del expresidente “en apoyo de candidatos y causas que promueven la agenda del MAGA y los logros de la (anterior) administración”.
La elección de Ohio no fue caprichosa: fue uno de los “estados bisagra” más importantes del país el siglo pasado.Después de votar dos veces por Barack Obama, eligió a los republicanos, optando por Trump en 2016 y 2020, y el expresidente es aún hegemónico entre importantes franjas del electorado republicano.
El acto de del sábado a la noche fue apenas el puntapié inicial de una gira nacional que durará meses.
El miércoles viajará a Texas para visitar la zona fronteriza con México y retomar el tema de la inmigración, uno de los que marcaron su primera campaña electoral y toda su Presidencia, con algunos de sus discursos más xenófobos y agresivos.
Luego, el 3 de julio, un día antes del feriado del Día de la Independencia, volverá a enfrentarse a una multitud en un acto en Sarasota, Florida.