PhoTortul 2765
“En la WeKa ahora se descansa”
Calle Güemes – #VCP
Febrero de 2023
📷 ‘Fogonazzo’ Nicollier
Como un símbolo de los tiempos que corren, este sitio que antaño supo ser un santuario de ‘El Trabajo’… hoy fomenta ‘El Ocio’ en forma de mullido sofá.
Loca postal loca, urbana y singular, de esas que tanto me gustan… de esas que tanto me llegan. Encima es del barrio de mi niñez: calle Güemes, cuesta abajo. Justo a una cuadra de la curva en T que precipita las caudalosas aguas de pluviales en la Bahía del Gitano y nos tragaba los barquitos de papel en siniestros infantiles.
¿Se bancan un cacho de historia?!?
¿A que sí?!?
‘La WeKa’ fue una fábrica creada allá por 1955 por ‘cabezas’ provenientes del este europeo (de esos apellidos bravos para pasar lista en la escuela) como son Kralizeck y Kneitchel… y que ocupaba ‘manos’ criollas en cantidad (y calidad), durante décadas.
Más de 40 operarios, varones y mujeres, daban forma a matrices de arena para fundiciones, armaban motores eléctricos, transformadores, amoladoras, agujereadoras… y otros elementos que escapan a este posteo. Además de pensar en esas herramientas me agoto y me tiro en el sofá.
Por aquellos años, ‘La Güemes’ soportaba un enjambre de motos que bajaban temprano y subían a la tarde, conforme abría o cerraba ‘La WeKa’. Esto me lo supo contar el querido Oscar Alfredo Alí, hombre/personaje con estadio a su nombre en el cercano Club Sportivo Bolivar. Cuando el ‘Turquito’ quería cruzar la Güemes, a la altura de la acequia, para ir a hacer travesuras, seguramente con ‘Los Nakayama’ en su predio gigantesco y boscoso, recibía el consejo de la Mamá:
“Ojo las motos de La WeKa, hijito, mire bien al cruzar”.
Cierro los ojos y la imagino de tierra, con Gilleras y Pumas ‘Cuarta Serie’ surcándola y cruzando el canal, hoy calle Azopardo.
Allí, donde tanto ‘trabajo argento’ se generó, al tiempo, una pátina de desgracia se depositó en esos tinglados en forma de abandono.
Galpón abandonado… ya se sabe… lugar de travesuras. Pero por las dudas nada digo… por las dudas… digo… por si acaso.
Había llegado el tiempo de ‘la pizza y el champagne’, en que las fábricas ‘pasaron de moda’, por decirlo de una manera suave.
La WeKa se cerró.
Al tiempo, aquí se aquerenció un conocido pastor, que quiso transformar factoría en templo, como Jesús hizo con el agua de las tinajas en vino.
Pero Dios no bajó ni atendió, parece.
¡Le clavó el visto!!!
‘Abandonada again’.
Recuerdo que fue a remate… y los rumores:
Lo compra el IES (S) para su ansiado campo de deportes… pero no.
Lo compra la Cooperativa Integral para un centro operativo… pero tampoco.
Por estos tiempos tiene dueño, pero creo que sigue como depósito.
En fin.
Donde tanto se ‘laburó’, imagino ahora, en ese mullido sofá, a un Homero Simpson ‘carlospazonzo’, allí echado, pero en lugar de rosquillas y cerveza… se estaría dando con chipacas y ‘ferné con coca’… ¿A que si?!?
Postales urbanas locas. Pero no me den bola… a fin de cuentas es solo un sofá descartado… pasa que me agarra esta manía por contar, como decía Gabo.
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