Desde su aparición en 1938, la fotocopia se transformó en una herramienta casi de primera necesidad entre lectores, estudiantes y profesionales. Con la llegada de la era digital, el mundo conoció la lectura sin requerir de un papel físico.
Medio ambiente, costo-beneficio, salud y muchos temas más giran alrededor de un negocio que no quiere darse por vencido: la fotocopia.
Guillermo, dueño de Tecnograf, un negocio con más de tres décadas en Carlos Paz, asegura que la gráfica dedicada a estudiantes, universitarios, escolares y demás, siempre fue el fuerte de este rubro y es el que “mueve la vara” de la fotocopiadora.
“Todo lo que implique apuntes, cuadernillos y demás, es nuestro motor. Al dividir el año en partes, el estudiante lidera el ranking. De marzo a junio trabajamos más que nada con escolares y en abril ya se suma lo que es universitario”, explicó.
Además, cuenta cómo el papel ha subsistido a pesar del avance de la lectura 2.0: “En la era digital por suerte no mermó tanto el trabajo. Sí bajó un poco, obviamente, por la misma invasión de la tecnología”, dijo.
Y agregó: “A pesar de esto, la gente nos elige porque después de leer 15 o 20 minutos en una computadora, termina cansándose y lo imprime, para poder leerlo en cualquier lado”.
Avance y retroceso
El precio de los libros escolares o el cansancio a la vista que implica leer en una pantalla, son algunas de las variantes que ayudan a inclinarse por la lectura en papel.
Por otra parte, si bien en la última parte de 2021 se registró que el 65% de los hogares tenían acceso a computadora y el 90% a Internet, todavía son muchos los que carecen de tecnología en sus hogares, índice que quedó al descubierto con la pandemia, dejando muchos alumnos sin la posibilidad de seguir el año lectivo.
El 2020 vio mutar a muchos rubros que tuvieron que reinventarse para poder reabrir y seguir brindando un buen servicio a la gente, que muchas veces vio lastimado su bolsillo.
“La pandemia marcó un cambio de era en lo que es nuestro trabajo. Cuando empezó, hacía 15 días que habían arrancado las clases y tuvimos que cerrar”, sostuvo el comerciante que agregó: “Ahí tuvimos que implementar aún más la vía digital porque tuvimos que trabajar con el local cerrado. Hoy por hoy este modo de trabajo es la vedette del rubro, muchos trabajan de esta forma”.
Toda una vida en la villa
Mantener un negocio abierto no es fácil. Hacerlo por más de 30 años es casi imposible. A través del tiempo, este negocio, que empezó como una sociedad, logró sostenerse y mantener su ubicación.
“No es fácil, en este tiempo vimos pasar de todo: lo malo, bueno o regular. Siempre elegimos brindar precio, calidad y servicio, cosas que nos permiten ser competitivos”, sostiene”, explicó Guillermo.
Y agregó: “Además, aunque también tuvo momentos de auge, en muchas oportunidades aseguran que se tuvo que sacrificar ganancia en respaldo del cliente: “En momentos de inflación, hemos preferido perder antes que trasladarle el total de esa diferencia al cliente”.
En pleno 2022, los que eligen el papel por sobre la pantalla, junto al trabajo de quienes siguen apostando por este rubro, mantienen con vida a la fotocopia, un gigante que se rehúsa a darse por vencido.