La Oficina Federal de Investigaciones puso el foco en Jared Kushner, en su investigación por los presuntos nexos entre la campaña del republicano y Moscú.
La prensa estadounidense ya había informado la semana pasada que “un alto funcionario de la Casa Blanca” cercano a Trump estaba en el foco del FBI, aunque no citó a Kushner en ese momento.
Un abogado de Kushner, Jamie Gorelick, dijo que su cliente “ya se ofreció voluntariamente a compartir con el Congreso lo que sabe sobre esas reuniones” y que “hará lo mismo si lo contactan en relación con cualquier otra investigación”.
Gorelick aludió así al acuerdo al que llegó Kushner para testificar “voluntariamente” sobre sus contactos con los rusos ante el Comité de Inteligencia del Senado, que investiga los presuntos intentos de Moscú de influir en las elecciones presidenciales de noviembre pasado.
El FBI busca determinar la naturaleza y los objetivos de esas conversaciones.
La Casa Blanca calificó de “rutinarias” las reuniones que Kushner mantuvo con Kislyak y Gorkov durante el periodo de transición, aunque el yerno de Trump también se reunió con el embajador ruso en abril de 2016, durante la campaña electoral.
Kislyak mantuvo asimismo numerosos contactos con el general retirado Michael Flynn, que también está en el epicentro de la investigación del FBI y quien llegó a la Casa Blanca como asesor de seguridad nacional, pero debió dimitir tras pocas semanas en el cargo, en el marco del mismo escándalo.