El reporte anual de la “Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica”, (NOAA), agencia del Departamento de Comercio de los Estados Unidos que fuera publicado este martes, destaca la magnitud de “incendios que azotaron Canadá, durante el verano, hasta los continuos deshielos de Groenlandia”.
“Las temperaturas en promedio de los meses de julio a septiembre fue de 6,4º C, los registros más altos desde que comenzaron en 1900”, consignó la agencia AFP.
“El mensaje primordial del informe de calificaciones de este año, es que ahora es el momento de actuar“, sostuvo por su parte, en un comunicado, el responsable de la Oficina, Rick Spinrad.
“Nosotros, como nación y comunidad global, debemos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero que, están impulsando estos cambios” destacó el funcionario norteamericano.
En tanto, las temperaturas promedio del verano boreal han aumentado a promedio de 0,17°C por década, se detalló en la 18va. edición del “Report Card del Ártico de la NOAA”, un trabajo elaborado por 82 expertos y realizado en 13 países.
“En general, fue el sexto año más cálido en el Ártico, y con -7°C”, amplió el reporte de los investigadores.
En ese orden, las observación del informe anual enfatizó la línea de tendencia en curso de calentamiento de temperatura del mar y aire, “disminución de la capa de nieve y del hielo marino y continuo derretimiento de la capa helada de Groenlandia”.
También hubo en el año acontecimientos de impacto que tuvieron la “clara firma” del cambio climático; en opinión de los expertos. El Ártico canadiense experimentó la peor temporada de incendios forestales, que jamás se registró y provocó la evacuación de 20.000 personas de la ciudad de Yellowknife en agosto”.
También en el mismo mes, un lago glacial cercano a Juneau, Alaska, sufrió la rotura de su presa, “con lo cual se generaron vastas inundaciones y daños materiales a lo largo del río Mendenhall, como resultado de dos décadas de adelgazamiento de los glaciares”.
“La tendencia al calentamiento global, a largo plazo, tiene una variedad de impacto desigual en ecosistemas y redes alimentarias de las que depende la población”, concluyó el informe.