La diplomacia vaticana mostró hoy un endurecimiento explícito de su postura frente al gobierno venezolano y le pidió a Nicolás Maduro que “evite o suspenda” la asunción de la Asamblea Constituyente prevista para hoy, en un comunicado con tono marcadamente más áspero de lo habitual.
El texto, firmado por la secretaría de Estado, condensó el desarrollo de los distintos matices sobre qué hacer con Venezuela que venían coexistiendo en el Vaticano desde el año pasado, cuando la Santa Sede no pudo repetir el éxito que había tenido su mediación entre Cuba y Estados Unidos y el propio papa Francisco debió reconocer que el rol de “facilitadora del diálogo” de su diplomacia “no funcionó”.
Son varios los ejes que ratifican que el Vaticano evaluó en las últimas horas una situación de extrema gravedad en el país sudamericano, al que el secretario de Estado Pietro Parolin conoce de primera mano tras haber sido nuncio apostólico (embajador) entre 2009 y 2013.
En primer lugar, la toma de posición del Vaticano que apunta sus reclamos más duros hacia el gobierno: no sólo desde el pedido para dejar sin efecto la Constituyente, sino también la aparición por primera vez de un llamado a las fuerzas de seguridad para que dejen la represión. “Sin decirlo, le está poniendo nombre al culpable de las muertes y heridos de los últimos días”, apuntó a Télam el director de un medio especializado en el Vaticano, quien destacó el pedido “en particular al gobierno” que aparece textualmente en el comunicado.
Por otro lado, la lista de reclamos parece “fuera del estilo de la diplomacia vaticana de los últimos 30 años”, según otro conocedor de la maquinaria diplomática del Estado menos poblado del mundo. Luego de una serie de mensajes en Plaza San Pedro en los que Francisco reclamó en los últimos meses soluciones “pacíficas, democráticas y políticas” al conflicto, por primera vez aparece el nombre y apellido de esas soluciones, con la suspensión de la Constituyente a la cabeza.
Advertencia final
El mensaje en su conjunto, destacaron voces conocedoras del Vaticano, parece el de una “advertencia final” a Maduro, a quien cada vez más voces en Roma ubican como parte del problema más que de la solución. Con una situación de polarización que se cobró más de 100 personas en los últimos meses, el comunicado de este viernes ratificó el cambio de tono de la Santa Sede luego de los reiterados pedidos sin hacer hincapié en ninguno de los actores que hizo Francisco desde abril pasado.
“Invito a todos a perseverar, sin cansarse, evitando toda violencia, en la búsqueda de soluciones políticas”, había asegurado el 2 de abril, 28 días antes de pedir “a todos los componentes de la sociedad venezolana” el respeto a “los derechos humanos y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está afectando a la población”.
“Hago un llamado para que se ponga fin a la violencia y se encuentre una solución pacífica y democrática a la crisis”, había pedido luego Jorge Bergoglio el 2 de julio, días después de recibir a parte de la conferencia episcopal venezolana e el Vaticano.
Un cambio de tono que mostró que el escenario que evaluó el Vaticano antes del comunicado de esta mañana se parece cada vez menos al de “esperanza” que había descrito a Télam en febrero pasado el secretario para las relaciones con los Estados de la secretaría de Estado vaticana, monseñor Paul Richard Gallagher.