El féretro del papa Francisco fue trasladado este sábado en el papamóvil desde la basílica de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo con el deseo expresado por el Pontífice fallecido en su testamento.

El cortejo fúnebre atravesó el centro de Roma, seguido por decenas de miles de personas que se congregaron a lo largo del recorrido para rendir su último homenaje.

A la llegada al templo, 40 personas —entre ellas personas en situación de vulnerabilidad y algunos reclusos— aguardaban en las escalinatas con rosas blancas en mano. Los sediarios, encargados del ceremonial vaticano, llevaron el ataúd al interior de la basílica, donde Francisco será enterrado frente al icónico cuadro de la “Salus Populi Romani”, al que siempre mostró gran devoción.

Cardenales y obispos acompañaron el féretro en procesión hasta uno de los laterales de la basílica, donde el Papa había indicado que deseaba descansar. Cuatro niños colocaron cestas de flores blancas ante el icono mariano, en un gesto de profunda sencillez. La imagen del féretro ante la Virgen fue la última que transmitió la señal oficial del funeral.

La tumba, situada entre la Capilla Paolina y la capilla de la familia Sforza, será modesta: en la tierra, con una lápida de mármol blanco grabada simplemente con la inscripción “FRANCISCUS” y una reproducción ampliada de su cruz pectoral en plata.

El entierro se realizará en una ceremonia privada, y los fieles podrán visitar la sepultura a partir del domingo.

Mientras Roma despedía al pontífice, en Buenos Aires, la Arquidiócesis porteña organizó una jornada especial que incluirá una misa en la Catedral Metropolitana, presidida por el arzobispo Jorge García Cuerva, quien optó por permanecer en el país y no viajar a Roma para guiar los actos litúrgicos locales.

En este encuentro coincidirán la vicepresidenta Victoria Villarruel, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kiciloff, y el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri.

Sin actos protocolares ni discursos oficiales, la consigna fue realizar un homenaje silencioso y comunitario, resignificando la memoria del papa Francisco a través de los lugares donde dejó su huella más profunda.

El mensaje del Gobierno

Desde Roma, el presidente Javier Milei despidió al pontífice con un emotivo mensaje a través de las redes sociales de la Oficina de la Presidencia:

“El Santo Padre llevó en su corazón el alma de nuestra tierra y la sembró en cada rincón del planeta. No le decimos adiós porque su legado ya es eterno”, se publicó junto a una fotografía donde se ve al mandatario junto a su hermana Karina Milei frente a la Basílica de San Pedro.

Así, entre oraciones, flores blancas y multitudes reunidas en Roma y Buenos Aires, el mundo despide al papa Francisco, el primer pontífice argentino y una figura que marcó una era en la historia de la Iglesia Católica.