Por Fernando Agüero. Después de Semana Santa, los principales operadores de la “industria del turismo” esperan que las autoridades provinciales del área los reciban para delinear una serie de estrategias que les permitan capear el temporal que se les viene.
Es que después de la pandemia de Covid en el que los establecimientos hoteleros estuvieron cerrados durante meses y los gastronómicos apenas pudieron vender con sistemas de entrega a domicilio o con el sistema de venta al paso, el escenario que se plantea en este 2024 ofrece un panorama poco prometedor. Y, como pasó aquella vez, el tema de las tarifas es el que enciende más los ánimos de los hoteleros y gastronómicos.
“En la pandemia no se nos perdonó nada, tuvimos que pagar todo a pesar de que estábamos cerrados. Y, ahora, el peso de la crisis lo volvemos a aguantar nosotros”, dijo un hotelero en tono de queja por las circunstancias que atraviesa el sector.
La boleta de la energía eléctrica fue lo primero que hizo que pusieran el grito en el cielo. El dueño de uno de los hoteles de mayor porte de la ciudad mostró la “facturita” que el cartero dejó debajo de su puerta (en sentido figurado, obvio). Tiene que pagar la suma cercana a los 9 millones de pesos, más del doble de lo que pagó el mes anterior.
Y más allá de que el Gobierno provincial ofreció el pago de la tarifa eléctrica en tres cuotas, algunos hoteleros plantean que no les alcanzará para afrontar lo que se viene.
Es que el panorama para después de Semana Santa no es el mejor. Después de una temporada en la apenas se llegó a cubrir las expectativas, para costear los gastos de lo que queda del año hasta la temporada estudiantil o la del verano que viene, hará falta hacer más que malabares.
Reunión clave
Lo que quieren los principales referentes del sector es sentarse en la misma mesa con las autoridades de Turismo de la Provincia, y el flamante presidente de la Agencia,Darío Capitani, y plantearle una serie de estrategias para poder seguir a flote.
Uno de los temas sobre los que se quiere avanzar es la declaración de la actividad turística como industria. Y de ahí en adelante obtener beneficios y prerrogativas que suelen otorgársele a la actividad industrial.
“Para la clase política somos la industria sin chimeneas pero por eso no tenemos ningún tipo de beneficios, ni promociones, ni créditos o nada que se le parezca”, aclaró otro hombre del sector.
Pasar el invierno no será fácil para los habitantes de Carlos Paz que viven de la vaca sagrada del turismo, en tiempos en que las familias buscan acomodarse a la inflación, los sueldos chatos y la suba de las tarifas.