Arrancó julio, se terminó el Mundial de Rusia para Argentina y los políticos de Villa Carlos Paz se frotan las manos para salir a la caza de votos, a mantener los que creen tener o a buscar independientes con “ganas” de participar. Esto es así cuando aún falta un año para los comicios en los que se decidirá quién será el próximo intendente de la ciudad y quiénes los concejales y tribunos de cuenta.
Ante una oposición atomizada y, en algunos casos, con serios problemas para ponerse de acuerdo, el camino hasta ahora parece bastante fácil para el esquema del intendente Esteban Avilés, que no podrá ser candidato local y ya piensa en su carrera a nivel provincial o nacional.
“Si las elecciones fueran hoy, cualquier candidato que cuente con la bendición de Avilés es el futuro intendente”, deslizó un dirigente de Cambiemos de la villa y no se quedó ahí: “Cuando te digo cualquiera, tenés que entender que es cualquiera”, insistió.
Las encuestas que manejan los cercanos al intendente y las que tienen bajo cuatro llaves los dirigentes de la oposición advierten que a pesar de los años de gestión y del desgaste natural que estos producen, no hay otro político de la ciudad que se le acerque en conocimiento público. La intención de voto no se mide por estos días y sólo existe un enfoque en torno a la imagen de los dirigentes locales: en ese ítem, Avilés les saca ventaja a fuerza de permanecer en el gobierno desde hace 7 años y de un giro hacia su imagen personal en la publicidad que se difunde tanto en Carlos Paz como en el país cuando se promociona el destino turístico.
El radicalismo navega en sus peleas intestinas y en las próximas elecciones para definir la conducción partidaria y el peronismo aún no suelta prenda sobre la figura que encabezará la pugna por el poder en Carlos Paz. Los demás partidos, más locales, están en etapa de armado.
El norte de Avilés tiene, por estos días, muchas variables y en éstas también está el análisis de la suerte que correrá el Gobierno nacional con la crisis económica devenida a partir de la estampida del dólar y la inflación que no cesa de trepar. Con su estilo zigzagueante entre las principales figuras del santoral macrista y del peronismo cordobés, el intendente no ha dado pistas claras sobre lo que hará en el futuro. Por ahora, queda bien con las dos esferas y espera.
Desde su entorno próximo, alientan la posibilidad de conformar una tercera vía electoral provincial, como se conoció hace algunos meses. En el peronismo lo quieren; en Cambiemos Córdoba, con el radicalismo como actor principal, su figura desata tantas pasiones como rechazos pero en la Casa Rosada quieren tener a todos los que sumen en las encuestas.
Con todo, los seis meses que vienen los vecinos de Carlos Paz tendrán visitas cotidianas de políticos buscando adhesiones.