En el mensaje pascual, leído por Monseñor Diego Ravelli,  el Papa Francisco reiteró su llamado al alto el fuego en Gaza, pide la liberación de los rehenes israelíes y el envío de ayuda humanitaria a los hambrientos.
Repasando diversas realidades conflictivas en el mundo, el Papa recordó que “la paz no es posible sin un verdadero desarme”.
El Papa recorrió la Plaza de San Pedro a bordo del papamóvil tras la bendición "Urbi et Orbi" del Domingo de Pascua, 20 de abril de 2025.

 

El Obispo de Roma enfatizó que “desde el sepulcro vacío de Jerusalén llega hasta nosotros el sorprendente anuncio: Jesús, el Crucificado, «no está aquí, ha resucitado» (Lc 24,6). No está en la tumba, ¡es el viviente!”.

“Quisiera -insistió Francisco- que volviéramos a tener esperanza en que la paz es posible”. Por ello, deseó que desde el Santo Sepulcro —Iglesia de la Resurrección—, donde este año la Pascua será celebrada el mismo día por los católicos y los ortodoxos, “se irradie la luz de la paz sobre toda Tierra Santa y sobre el mundo entero”.

Una vez más, el Obispo de Roma se mostró próximo al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino.

Bergoglio se manifestó preocupado por el “creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo”. Al mismo tiempo, Francisco tiene presente a la comunidad cristiana de Gaza, “donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria”, aseguró.