El Centro Viejo se transformó con la construcción de una estructura arquitectónica bastante particular, que llama la atención de cualquier persona que pasa por el bulevar Sarmiento.
La fábrica de alfajores El Nazareno abrió sus puertas para ofrecer sus deliciosos alfajores, chocolates y especialidades.
Leonardo José Grisoni, su esposa María Estela Gurriere y sus cinco hijos eligieron Carlos Paz para expandir su empresa familiar — con más de 40 años de historia- y brindarle al turista un nuevo atractivo turístico para contemplar.
El edificio fue creado por la arquitecta carlospacense Victoria Szkolka. “Será un nuevo aporte a la revitalización y la renovación de este sector de la ciudad tan postergado durante décadas”, destacó en diálogo con Córdoba Interior Informa.
La estructura tiene un estilo gótico medieval, que lo conforman sus altos y puntiagudos techos, esculturas, múltiples detalles en las ventanas y escrituras en sus paredes.
La particularidad del edificio acompaña la forma especial de fabricar sus productos. Sus manjares son realizados en base a conocimientos antiguos, con toques personales de cada integrante de la familia y junto con herramientas creadas por ellos mismos. Productos que fueron sometidos a “la evaluación del gusto en general”.
La Historia
En 1982, llega a las sierras de Córdoba el matrimonio con sus cinco hijos buscando su lugar en el mundo. Se instalaron en el Valle de Traslasierra, en una pequeña aldea en el medio de la naturaleza y allí, toda la familia se puso en marcha para comenzar a producir los productos típicos cordobeses, que se transformaron en los más destacados de la zona.