El Mago Matus lo hizo otra vez: dejó estupefactos a todos los miembros del jurado de Got Talent Argentina con su espectáculo ilusionista para la semifinal del certamen y logró que Lizy Tagliani, la conductora, le diera un lugar privilegiado con el botón dorado, haciéndolo pasar directamente a la final.
Habían pasado solo cuatro participantes en la noche del miércoles y el mago carlospacense provocó una reacción eufórica y por momentos desmedida de parte del jurado y también del público, que hizo que su show, que ya había resultado contundente por la exactitud de los trucos y sus tiempos, y su marcada magnificencia, fuera absolutamente memorable.
Matus, sus bailarinas asistentes y su equipo técnico y artístico, brillaron tal como lo hacen en el complejo donde se presentan diariamente y demostraron que Dios no atiende siempre en Buenos Aires, de vez en cuando aparece en otras partes.
El arte es ese respiro que nos permite soñar e imaginar un mundo mejor, que aparta y se lleva al menos por un rato las ideas vetustas que insisten en prolongarse en el tiempo como sentencias que parecieran no dejar otra alternativa que acatar su dictamen, como parte de una verdad irrefutable, pero siempre hay otra opción. Arte para volar, para crear, para soportar las pesadas sombras de la realidad.
Matus, artista consagrado, se probó y se arriesgó en un concurso masivo que terminó siendo una gran vidriera para su talento y el de los suyos. El artificio y la técnica puestos al servicio de la magia y la ilusión, todo lo que desea fervientemente el aparato catódico. La TV del mainstream celebrando que la magia le haya dado la mano, revitalizando ese arte del asombro y del misterio, que para ella estaba casi olvidado o en desuso, no así para el teatro, claro está.
Abel Pintos, Emir Abdul, La Joaqui y Flor Peña se quedaron sin palabras cuando el mago logró desaparecer del escenario y aparecer detrás de ellos.
Matus declaró cuando todo terminó: “Es un equipo el que está detrás de todo esto. Las chicas, los técnicos, y sin la producción del canal no podríamos haberlo hecho. Es felicidad absoluta y mucho tiempo de trabajo. Eso hace que nos podamos divertir sobre el escenario y sentimos felicidad”.