El huracán María barrió la pequeña isla de Dominica con vientos de fuerza catastrófica durante la noche del lunes, emprendiendo una ruta sobre el Caribe oriental que amenaza a pequeñas islas ya devastadas por el huracán Irma y que podría llevar al meteoro directamente sobre Puerto Rico.
Los vendavales y aguaceros azotaron durante horas la montañosa Dominica, donde María causó inundaciones y arrancó tejados de las casas como una muy peligrosa tormenta de categoría 5.
Un inspector de policía en la isla, Pellam Jno Baptiste, dijo el lunes por la noche que no había reportes inmediatos de víctimas pero que era demasiado peligroso para los agentes hacer una evaluación completa mientras soplaba la tormenta.
María se debilitó ligera y brevemente el martes por la mañana a una todavía importante tormenta de categoría 4 tras golpear la pequeña nación insular. Pero esa variación resultó ser fugaz, y el avión que sigue y monitorea a la tormenta indicó que el sistema había recuperado la temible categoría 5 horas después de pasar sobre Dominica.
Se esperaban variaciones en su intensidad y los expertos dijeron que María probablemente ganaría fuerza durante las 24 horas siguientes o más, señalando que su ojo se había reducido a 16 km (10 millas).
Un vórtice estrecho suele implicar que un huracán extremadamente fuerte puede hacerse aún más poderoso, explicó Brian McNoldy, investigador de huracanes en la Universidad de Miami. Es un fenómeno similar al de un patinador sobre hielo que recoge los brazos y gira más deprisa, indicó.
Se emitieron avisos preventivos para las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Británicas, Puerto Rico, Guadalupe, Dominica, San Cristóbal y Nieves, Montserrat y Martinica, así como para Antigua y Barbuda, Saba, San Eustaquio, San Martín, Santa Lucía y Anguila.