Por Santiago Berioli. Allá por fines de los ‘ 90, un grupo de empresarios relacionados con el turismo de Carlos Paz, en esa ocasión llamado ECATUR, tuvieron la idea de hacer la “Fiesta de la Primavera”.
Con una primera edición en el centro, la Fiesta de la Primavera sin Alcohol en pocos años se convirtió en el icono de los estudiantes de toda la provincia y una de las más convocantes del país con varias ediciones por encima de los 100 mil espectadores.
La génesis del primer Festival de la Picada Serrana es similar, un grupo de empresarios, en este caso ASHOGA, con el apoyo del estado municipal tuvieron la iniciativa, la llevaron a cabo y usaron el centro peatonal como disparador inicial.
El Festival de la Picada tuvo, además, un condimento extra. Mientras los medios nacionales impactaban de lleno en plena temporada con la foto de un ticket con un precio excesivo de una picada cobrada en el centro de Carlos Paz, la idea fue revertir esa imagen negativa para transformarla en algo positivo.
La idea inicial del expresidente de la hotelera Alberto Esrequis fue captada por la actual conducción y, pese a cierta resistencia interna, fue tomando forma hasta su concreción este sábado.
¿El resultado? Un golazo de media cancha. Transformar un evento negativo, como fue la promoción de ese ticket, en algo positivo.
Llegada la noche, las mesas de los bares de Carlos Paz, aún de aquellos que no quisieron participar o no se sumaron al evento, estaban repletas. Las carpas instaladas sobre la costanera expendían sus productos a buen ritmo y el escenario ubicado al lado del puente peatonal, vibró con buenas presentaciones musicales ante los cientos de espectadores que se quedaron en la zona.
En una noche que podría haber sido bastante “floja” en términos turísticos, los comercios reactivaron el consumo, la peatonal se mostró repleta y los turistas vieron a un Carlos Paz activa.
Otro de los aspectos positivos que arrojó la primera edición de la picada fue la convocatoria local. El público de Carlos Paz, que ya hoy ostenta el título de ser la tercera ciudad del país con más de 90 mil habitantes, suele ser reticente a concurrir a los espectáculos masivos. Sin embargo, el sábado durante todo el día, muchísimos carlospacenses se llegaron hasta el centro para decir presente.
De esta manera, una temporada que luego de Carnaval podría haber terminado sin grandes repercusiones, tuvo un cierre de lujo, acorde a las características de una ciudad que vive en movimiento.
“Tuvimos una de las mejores noches de la temporada. Habitualmente, la gente viene a pasear al centro. Esta vez, vino a probar, comer y consumir”, señalaba cerca de la medianoche uno de los empresarios que se involucró en la organización.
