La decisión que tomará estado público en principio mañana a través del Boletín Oficial de AFA llega en el momento más crítico de la historia en materia económica, ya que sin los ingresos de la televisión ni nada en vista a partir del comienzo de este 2017, las deudas de los clubes con sus futbolistas son tan importantes que los planteles de seis instituciones, dos de primera división y cuatro de la B Nacional, decidieron no comenzar con las pretemporadas previstas para esta semana.
Newell’s Old Boys hoy y Unión de Santa Fe desde ayer en primera división, así como Douglas Haig de Pergamino, Santamarina de Tandil, Flandria y Juventud Unida de Gualeguaychú a partir de este martes, resolvieron no iniciar los trabajos de pretemporada hasta tanto los dirigentes no empiecen a saldarles las amplias deudas que mantienen con ellos y que, por ejemplo en el caso de los rosarinos, proviene de cuatro meses atrás.
Esta resolución del Comité de Regularización va en consonancia con el reclamo realizado ayer ante el Ministerio de Trabajo por Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), cuyo secretario general, Sergio Marchi, volvió a tener presencia pública después de mucho tiempo y hoy mismo concurrió a Luis Guillón para “asistir” a los jugadores de Banfield, también aquejados por una importante demora en el pago de sus salarios.
Luego de terminada la primera práctica del año del conjunto albiverde, Marchi, que no lo conocía, se mostró “maravillado por el predio que tiene Banfield, y que ni el Borussia Dortmund de Alemania posee. Sin embargo la deuda que el club mantiene con sus jugadores es muy importante”, advirtió el titular de FAA. El complejo Alfredo Palacios al que aludió el ex futbolista de San Lorenzo, tiene dos décadas de antigüedad.
Para la semana próxima está prevista otra reunión en el Ministerio de Trabajo, aunque mucha agua correrá bajo el puente hasta entonces, ya que por empezar mañana mismo los dirigentes del ascenso y el fútbol de Interior realizarán desde las 15 una autoconvocada reunión en el edificio de la calle Viamonte con pretensiones de asamblea, algo jurídicamente inviable que, sin embargo, esconde como objetivo de mínima constituirse en una demostración de fuerza ante el Comité de Regularización, los clubes de primera y hasta la misma FIFA.
Es que el objetivo de máxima es que una Asamblea Extraordinaria a la que aspiran llevar adelante con 50 miembros, la cantidad necesaria para votar la aprobación de elecciones a presidente de AFA en un plazo perentorio, no tiene el sustento legal necesario como para ser convalidada, aún cuando la jueza María Servini haya instado al Comité de Regularización a llevarla adelante antes del 31 de diciembre pasado.
Sin embargo el fiscal Eduardo Taiano apeló la medida y todo quedó para febrero, puesto que enero es mes de feria en la Justicia, lo que impedirá que la intención primaria de toda la dirigencia del fútbol argentino (es en lo poco que hay unanimidad) para celebrar las elecciones en marzo quede trunca y recién esta meta pueda ser alcanzada en junio, cuando venza el mandato de la Comisión Regularizadora.
Una Comisión que hoy tutela el vicepresidente Javier Medín pero puede contar en algún momento hasta con el retorno de su titular, Armando Pérez, que por lo pronto ya fue dado de alta tras la trombosis pulmonar que lo mantuvo internado por espacio de 15 días en el sanatorio Otamendi.
Quien este miércoles estuvo presente en AFA fue la secretaria del Comité, Carolina Cristinziano, censurada por uno de los referentes del ascenso como el vicepresidente de Nueva Chicago, Daniel Ferreiro, porque “vive en Paraguay y nunca está cuando hace falta”.
En tanto el cuarto miembro, el tesorero Pablo Toviggino, hoy mismo reclamó “que se promulgue el nuevo estatuto de AFA y haya elecciones cuanto antes”.
En medio de este fárrago es Medín quien negocia con el gobierno nacional las condiciones de la rescisión del contrato de Fútbol para Todos por el que los clubes reclaman 350 millones de pesos correspondientes a diciembre, el último mes de su vigencia, aunque el compromiso expira (o expiraba) formalmente el 1 de septiembre de 2019.
Pero el gran problema que hoy afecta a los clubes y que hace peligrar seriamente el comienzo del campeonato previsto en cuanto a la primera división para el 5 de febrero (tres días antes se cerrará el libro de pases), es la falta de un candidato firme para hacerse cargo de la televisación del fútbol.
Ni la sociedad Turner-Fox, que como tal no funcionó en algunos negocios que emprendió en los Estados Unidos, y la también norteamericana ESPN, no dan señales de tomar la posta de Fútbol para Todos ni mucho menos, los campeonatos hoy por hoy no tienen pantalla y, por lo descripto, parece que no la tendrán por bastante tiempo.
Mientras los clubes de primera división están al acecho, sin registrar movimientos en los últimos días, el fantasma de la Súperliga vuelve a agitarse como una vía de escape al ahogo económico y financiero de los clubes, aunque la puerta de salida conduzca inevitablemente hacia las sociedades anónimas en el fútbol.