El arzobispo de Córdoba, Ángel Sixto Rossi, partió este jueves rumbo a Roma para formar parte del cónclave que elegirá al nuevo Papa tras el fallecimiento de Francisco, ocurrido el pasado 21 de abril. El cardenal cordobés fue designado como uno de los 135 miembros del Colegio Cardenalicio con derecho a voto, todos menores de 80 años y representantes de 71 países.
Antes de embarcar en el Aeropuerto Internacional Ingeniero Ambrosio Taravella, Rossi dialogó brevemente con Telefe Córdoba y compartió sus sentimientos ante la trascendental ceremonia eclesiástica.
“Ojalá podamos encontrar a esa figura que continúe el legado de Francisco”, expresó, con la serenidad y calidez que lo caracterizan. “Es un tiempo de discernimiento profundo, y creo que el camino iniciado por el Papa Francisco merece continuidad.”
Con su habitual tono de humildad, el arzobispo despejó cualquier especulación sobre una eventual elección propia: “Estoy seguro de que no seré Papa”, dijo con una sonrisa.
Un legado que busca continuidad
Ángel Rossi fue designado cardenal por el propio Francisco en 2023 y es uno de los prelados argentinos más cercanos al pensamiento del Sumo Pontífice. Su participación en el cónclave no solo representa a Córdoba, sino también a una línea pastoral que prioriza la cercanía con los más humildes, la apertura de la Iglesia al mundo contemporáneo y el compromiso con la justicia social.
Mientras tanto, el cuerpo de Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano de la historia, descansa custodiado por dos guardias suizos en la capilla de la Casa Santa Marta, donde residió durante todo su pontificado. El mundo observa con atención los pasos que dará el Vaticano en los próximos días.
El nuevo cónclave será un momento clave no sólo para la Iglesia Católica, sino también para los millones de fieles que, en distintas latitudes, esperan la elección de una figura que dé continuidad al camino de transformación que marcó Francisco.