El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, acusó de “golpistas” y advirtió que castigará con la ley a los organizadores de las protestas desatadas en el país contra un “paquetazo” de ajuste del FMI, luego de una jornada violenta que terminó con un estado de excepción, una veintena de policías heridos y cerca de 300 detenidos en el país sudamericano.
“Aquellos que violen la ley, definitivamente deberán ser detenidos”, fue la advertencia del mandatario, que se trasladó a última hora de este jueves desde Quito a Guayaquil, la principal ciudad de la zona costera, para reforzar la presencia institucional.
“Mi presencia acá es evitar que aquellos que saquearon el país, sigan saqueando desde otras instancias. A esos golpistas, Ecuador les está diciendo no”, dijo Moreno, que ordenó el despliegue de la policía y los militares para enfrentar protestas violentas.