Tras obtener 202 votos afirmativos, la Cámara de Diputados de la Nación sancionó por unanimidad la nueva Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, conocida como “ley Justina”.
La iniciativa dispone que todas las personas mayores de edad pasen a ser donantes, a menos que dejen constancia expresa de lo contrario. El texto había obtenido media sanción en el Senado el pasado 30 de mayo, Día del Donante de órganos.
La norma, elaborada en conjunto con el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), lleva el nombre en honor a Justina Lo Cane, la niña de 12 años que falleció en noviembre pasado mientras esperaba un corazón para ser trasplantada.
Como miembro informante, el diputado Daniel Lipovetzky (PRO) consideró que la temática “es de altísima sensibilidad y también es de esperanzas” y recordó que “esta ley nació a partir de Justina, una niña que puso en valor lo que significa la donación de órganos en Argentina”.
“Tuve la posibilidad de compartir con su familia parte de la internación; compartí ese momento de angustia de todo padre cuando su hijo está internado”, rememoró y dijo que la ley busca “darle respuestas a los miles de chicos que están esperando un trasplante”.
“Este proyecto es una mejora, impulsado por el senador Juan Carlos Marino, de la ley actual y genera acciones directas y eficaces para facilitar el trasplante de órganos”, puntualizó Lipovetzky. “Le debemos esta ley a Justina y a los miles de argentinos que esperan un trasplante. Esta ley es futuro, estamos cumpliendo el mandato popular para mejorar la calidad de vida de los argentinos”.
La diputada Carmen Polledo (PRO) también respaldó la media sanción, al considerar que “moderniza la regulación del marco legal y establece requisitos para profesionales e instituciones médicas”.
“Tuvo un enorme consenso en el Senado y entiendo que también lo tiene entre nosotros”, dijo Polledo, como un anticipo a la votación afirmativa. “Es un agilización eficaz en la búsqueda de una sociedad más justa y solidaria”, resumió.
La diputada María Gabriela Burgos (UCR) dijo que esta ley “produce un cambio de paradigma, expresa el respeto por la autonomía, la equidad y la autosuficiencia”. “Elimina todas las trabas burocráticas, queremos que Argentina se convierta en un país líder en materia de trasplantes”, añadió Burgos.
En tanto, la diputada María Fernanda Raverta (FPV-PJ) respaldó la iniciativa pero consideró que “no es suficiente en un modelo económico que recorta en salud pública”. Igualmente ponderó el rol de los padres de Justina, “quienes están dando un paso fundacional, están haciendo historia”.
En una emotiva intervención, el diputado Pablo Kosiner, presidente del bloque Justicialista, relató una experiencia de su vida personal y recordó que también perdió a un hijo mientras esperaba un trasplante.
“Tenemos que hacer cumplir la presunción de donación de órganos desde el momento de nuestro nacimiento; si lo hacemos como política de Estado le vamos a cambiar la vida a millones de personas”, sostuvo Kosiner.
Asimismo, el diputado Fernando Brügge (Córdoba Federal) mencionó que “en el INCUCAI tenemos más de 7 mil casos en espera”. “Hay que aprobar esta ley porque es profundamente humanista y va a mejorar el nivel de solidaridad de los argentinos”, sumó.
La titular del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, resaltó el rol del INCUCAI. “Hemos tenido un alto nivel de decencia médica. El INCUCAI ha sido una institución que nos permite defender el trasplante enfáticamente, es una de las instituciones más trasparentes de la democracia”, aseveró.
Desde el Peronismo para la Victoria, la diputada Lucila De Ponti aseveró que “en ningún caso la burocracia o la ineficiencia estatal pueden ser las causas por las que se pierden vidas” y envío un mensaje solidario a los padres de Justina: “Sólo el amor convierte en milagro el barro”.
El proyecto modifica la actual ley, introduciendo una serie de cambios con los que se busca dar respuesta a las personas que actualmente se encuentran en lista de espera para un trasplante de órganos o tejidos.
Además de incorporar principios bioéticos que protegen a los donantes y los receptores, la iniciativa promueve la autosuficiencia del sistema. Prevé la donación cruzada (entre dos parejas de donante/receptor no relacionadas, pero compatibles) para los trasplantes de riñón sin intervención judicial y obliga a los profesionales a notificar al INCUCAI la indicación de diálisis o trasplante renal.
El texto promueve la incorporación en los centros de salud de profesionales entrenados en la promoción de la donación y la detección de potenciales donantes.