Como cada 4 de agosto, este jueves se celebra en Argentina el Día del Panadero; oficio que -sin dudas- representa al hacedor de uno de los alimentos más simbólicos que, día a día, está presente en la mesa de cada familia.
Sacrificado, por cierto, se trata de uno de los trabajos que menos entiende de horarios y no distingue de días hábiles y feriados; pero que a su vez genera muchas satisfacciones y una impronta que, como sucede con “los Alonso”, en muchos casos se convierte en el ADN familiar y se transforma en el trabajo que se hereda de generación en generación.
La familia detrás de la clásica panadería carlospacense “San Miguel” es el claro ejemplo de este oficio que, más allá de la incorporación las máquinas y tecnologías, sigue siendo artesanal por esencia.
En dialogo con Carlos Paz Vivo!, Omar Alonso repasó su trayectoria laboral y la del negocio que no solo marcó a su familia, sino también a la vida comercial del centro de Carlos Paz.
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