Gustavo Villa es un periodista carlospacense que se radicó hace 20 años en Uruguay, donde todos los días tiene un programa de radio dedicado a temas científicos. Desde Radio Uruguay, Villa habló con Carlos Paz Vivo! y contó detalles de cómo se afronta la pandemia de coronavirus en el país hermano. Afirmó que en Uruguay no se adaptó el modelo de cuarentena obligatoria pero sí hubo cierre de comercios y escuelas. Los pasos que se siguieron y los resultados.
-¿Cómo se está llevando a cabo la prevención del coronavirus en Uruguay?
-Si bien no hay una declaración de cuarentena formal, hay una emergencia sanitaria, se empezó a hablar de distanciamiento social para definir lo que es parecido a una cuarentena sin el peso de la ley. Sin que las fuerzas del orden te obligaran a quedarte en tu casa. Se definió un cronograma serio de cierre de shoppings, se suspendieron las clases de todos los niveles, prácticamente todos los comercios estuvieron cerrados. Hubo días en que no se encontraba nada abierto. Salvo los supermercados con las restricciones y colas en la puerta. Desde hace unos días es obligatorio entrar a los supermercados con tapabocas. De las pocas cosas que no se suspendieron fueron las ferias. En Uruguay se usan mucho las ferias callejeras que tienen un día fijo para cada lugar, se les pidieron recaudos pero fue el único lugar que quedó más o menos parecido a lo normal. Había mucha discusión con ese tema. Al principio la gente le dio mucha bola, no se veía gente en la calle, cuando se veía gente caminando salía la Policía a decirles que se quedaran en la casa y evitaran aglomeraciones. Durante Semana Santa, la gente comenzó a salir y se fue de vacaciones al interior. Eso empezó a debilitar el aislamiento. Además, hay muy pocos contagios y se cree que está controlada la epidemia. A los pocos días el Gobierno a anunciar que va a haber planes para recuperar la normalidad de a poco e ir escalonando el regreso de algunas actividades. Habilitaron las escuelas rurales, están autorizadas las obras y la construcción está trabajando y en marcha. Cada vez más hay restoranes abiertos y ya se ha dicho como se tienen que abrir los bares con cuatro personas por mesa, dos metros de distancia entre las mesas y de a poco va queriendo volver una normalidad que a mucha gente le preocupa.
-Y ¿se produjeron muchos casos?
-En Uruguay se detectaron en total 630 casos. Hay días que hay más otros menos. Desde que empezó la epidemia se hicieron 19 mil test y 630 salieron como portadoras. Hay 15 muertos en Uruguay y la otra cosa que se mide con mucho cuidado y hay 11 personas en terapia intensiva. No es una cifra grande, Uruguay tiene 3,5 millones de habitantes. No son números distintos a la Argentina cuando se hace la comparación por porcentaje.
-¿Cuáles son las expectativas hacia adelante?
-Están esperando que al haber casos en los geriátricos pueda haber más casos y también en los barrios más vulnerables. Como en Argentina, el primer brote empezó en la clase media y el problema es cuando llega a las clases más bajas. Acá se están dando casos en asentamientos y empiezan las complicaciones.
-¿Pensás que estuvo bien tomar ese camino y qué pensás de lo que decidió Argentina?
-Como periodista científico y cordobés ¿Por qué en Uruguay fue más blando el aislamiento?
Me faltan elementos para saber por qué Argentina decidió hacerlo de esta manera. Acá el Sindicato Médico pidió la cuarentena obligatoria que tiene mucho peso, y el propio ministro de Salud la quería declarar. En el Gobierno hubo una gran discusión entre los que manejan la economía y los que manejan la salud. Y los que manejan la economía dijeron que si cerraban todo el país la crisis no se para con nada y podremos parar el virus pero nos quedamos sin país a la salida de esto. El Gobierno eligió este camino del medio manteniendo algunas palancas de la actividad para no frenar la economía. Ya nadie pide cuarentena obligatoria y pide que se suelte. El mismo Sindicato Médico pide que se normalice la actividad. Todo está cambiando y me parece que va a volver a cambiar cuando llegue el pico alto. Las mutuales están esperando. Los que saben están esperando y hay muchos que están preocupados con una vuelta gradual pero la economía está muy jodida y hay gente que la está pasando muy mal. Por ahora, la decisión viene dando resultados pero creo que hay que aguantar un poco más. Creo que lo que se hizo está bien. Hasta pienso que hubo alguna restricción de más. Hay gente asustada y esa es la parte jodida. Hubo días que hablabas con la gente en cuarentena y estaba enojada con la gente que salía. Y hay que pensar que hay gente que se vuelve loca en casas chicas, con chicos y si se trabaja en algo, si te quedás sin laburo. Hay de todo y son temas muy jodidos. No tengo una opinión redonda. Han pasado cosas buenas como que se les da mucha más bola a los científicos.