Nancy Alfonsina Quiroga, Guía de Turismo oriunda de Villa Carlos Paz y Carla Muñoz Gil, actual desempleada desde la cuarentena, también de nuestra ciudad, hace casi un mes se encuentran varadas en la ciudad de Mendoza sin la posibilidad de regresar, tras el inicio del Aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno nacional, el 20 de marzo, debido a la pandemia por coronavirus.
Las dos mujeres viajaron a Mendoza por diferentes motivos, Nancy para trabajar como guía de alta montaña y Carla para hacer unos trámites en la provincia. Además, ellas se encuentran en comunicación con otra cordobesa en la misma situación, Lihué Millone, de la localidad de Villa Allende, Córdoba.
Si bien ambas carlospacenses cuentan con los permisos necesarios para circular y llegar hasta Carlos Paz, hasta el momento no pudieron regresar. Por un lado, no se encuentra habilitado aún el servicio de colectivos de larga distancia. Por otro lado, y quizás el motivo central, a la persona que viajó a buscarlas (pareja de Nancy), con la documentación requerida, le impidieron el paso en las provincias de San Luis y de San Juan. Y por último, otra alternativa para volver que resultaría viable, un taxi que las traslade hasta Carlos Paz, es una opción muy onerosa para ellas.
En el caso de Nancy, por su actividad como guía de alta montaña en el Parque Provincial Aconcagua y como paciente de riesgo, ya que padeció una enfermedad autoinmune (enfermedad de Still), si bien cuenta con todos los documentos necesarios, no encuentra ayuda y una respuesta que garantice su libre circulación por el país hasta llegar a Villa Carlos Paz, ciudad donde nació, creció y aún sigue viviendo junto a su familia: pareja y hermanos.
Carla, por su parte, quien tiene a su cargo a su abuelo, le urge volver a Carlos Paz para ocuparse de su atención y cuidado. Aunque tiene un permiso de circulación para asistencia a personas mayores, dado que su abuelo depende de ella porque no tiene otro familiar, tampoco consiguió colaboración para volver.
Ambas mujeres fueron alojadas solidariamente, cada una en un lugar distinto. No obstante, a medida que transcurren los días el dinero se gasta y les queda muy poco para solventarse allí.
Visibilizar el reclamo
“Lo que nosotras queremos es que alguien nos pueda buscar, ya sea mi pareja, -a quien no le permitieron llegar hasta Mendoza aunque tiene el permiso para buscar a gente hasta el paso fronterizo-, o quien sea. O, en todo caso, que busquenuna forma para que podamos viajar seguras hasta Carlos Paz, es nuestro derecho”, aseguró Nancy en conversación con Carlos Paz Vivo!
Si bien ella reconoce que la situación de ella y sus compañeras es similar a la de muchos argentinos que no pueden volver a sus hogares, reclama que el estado provincial o nacional se haga cargo de sus situaciones particulares.
Además, destacó que “el hecho que un taxista no tenga problemas para circular porque tiene todos los permisos y un particular no, aunque haya presentado toda la documentación, no es justo, y más en una situación excepcional como esta”.
Y agregó: “Tampoco tenemos disponible esa plata para gastar, entre unos 25 y 35 mil pesos, lo que sale volver a casa en taxi”.
En relación a los intentos que hizo para solicitar ayuda, Nancy contó: “Acá en Mendoza no me atiende nadie, fui a dos dependencias policiales pero no me creyeron lo que les estaba diciendo. Tampoco pude circular demasiado por la cuarentena y porque está todo cerrado. Tras llamar por teléfono a Turismo, municipalidades, etc, tampoco tuve respuesta”.
Necesidad de regresar a casa
“Gracias a Dios me dejaron en mi caso quedarme en un galpón, estoy en cuarentena aquí. No tengo contacto con gente, uso barbijo y cumplo con todas las medidas de prevención recomendadas”, comentó la guía.
Luego, continuó: “Hace 4 años me descubrieron la enfermedad de Still, la verdad es que estuve muy mal, hice el tratamiento y salí adelante. Empecé de nuevo en todo. Si bien ahora no estoy en tratamiento porque mi enfermedad está controlada, mi doctora me extendió desde Córdoba un certificado donde expresa los riesgos que para mí significan estar expuesta al coronavirus, y que da a conocer que soy una persona de riesgo en estos momentos, por mi historia”.
Respecto a sus obligaciones en Carlos Paz, manifestó: “Si bien vivo sola y no tengo padres a quienes cuidar porque ya murieron, tengo un alquiler que pagar , impuestos y cuentas que pagar, como todo el mundo”.
Por último, Nancy sostuvo: “No sabemos qué está pasando en este país, ¿Cómo puede ser que nosotras, teniendo todos los documentos que se necesitan no nos dejen regresar a casa, ni siquiera escoltadas, y a un taxista, por más que sea su trabajo, pueda pasar todos los controles. Queremos simplemente una solución para volver a casa”.