Las lluvias caídas durante octubre trajeron un alivio importante a la crítica situación que atravesaba el lago San Roque a principios de mes.
El embalse, que abastece de agua al 70% de la ciudad de Córdoba, se encontraba en un nivel preocupante debido a la prolongada sequía que afectó la región.
Sin embargo, las precipitaciones de los últimos días lograron revertir parcialmente la situación.
Antes de las lluvias, el nivel del lago estaba en 30,30 metros en el paredón del dique, es decir, a 5 metros por debajo de su nivel máximo de vertedero, que es de 35,30 metros.
Tras las precipitaciones, el nivel se elevó a 30,92 metros, lo que representa una subida de 62 centímetros en los últimos 10 días. Aunque el incremento no es del todo significativo en relación a la capacidad total del lago, sí marca una recuperación importante y devuelve algo de normalidad al caudal de los ríos que alimentan el embalse.
Se espera que las lluvias continúen en los próximos días, especialmente el martes, donde se prevén nuevas precipitaciones importantes que podrían aumentar aún más el nivel del embalse.
El nivel actual del Lago San Roque sigue siendo bajo en comparación con años anteriores.
En un análisis histórico de los últimos 15 años, el nivel más bajo registrado para el 20 de octubre fue en 2011, con 29,25 metros, mientras que el máximo se alcanzó en 2012, cuando el lago llegó a los 34,5 metros. Durante este periodo, el promedio se situó en 31,67 metros.
El nivel actual de 30,92 metros está por debajo del promedio histórico y muy distante de los mejores años como 2012 (34,5 m) o 2014 (34,23 m). No obstante, la reciente subida ha sido clave para revertir la tendencia descendente de los últimos meses.
Aunque la situación aún requiere de más lluvias para recuperar niveles óptimos, el alivio es palpable después de una de las sequías más importantes de los últimos tiempos.
