La primera ministra británica, Liz Truss, renunció a su cargo apenas seis semanas después de llegar al poder, en lo que es el gobierno más corto en la historia del país, tras idas y vueltas de un plan económico que la llevaron a perder el respaldo hasta de su propio Partido Conservador, que designará un sucesor.
“Dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el cual fui elegida por el Partido Conservador. Por tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para comunicarle que renuncio como líder del partido”, expresó Truss, de 47 años, en un mensaje que leyó ante las puertas de Downing Street, la residencia oficial de gobierno en Londres.
También confirmó que previamente se había reunido con el presidente del Comité de 1922, el más influyente de los conservadores, para acordar que habrá una elección de liderazgo que se completará dentro de la próxima semana y ella permanecerá en el cargo hasta que se elija un sucesor.
Sin embargo, no está claro que eso logre evitar el adelantamiento de las elecciones ante la situación sin precedentes desatada por su renuncia.