Cansados de padecer las inundaciones, y en consecuencia la interrupción de clases cada vez que ingresa agua al edificio, los padres de los niños que asisten al jardín Manuel Belgrano de Costa Azul realizaron una manifestación sobre avenida Bach, arteria donde se emplaza la institución.
Desde las 9 de este viernes, con palmas, ruido de cacerolas y un agitado cántico fraseando “queremos clases”, interrumpieron junto a los niños media calzada de la avenida para reclamar a las autoridades provinciales soluciones definitivas a la problemática que lleva varios años sin resolverse.
Es que lo sucedido el pasado martes fue la gota que rebalsó el vaso; porque desde esa jornada los alumnos se encuentran sin asistir al Jardín, ya que el edificio se inundó por segunda vez en el término de tan sólo 20 días.
En esta oportunidad, se originó a raíz del desagote de una pileta ubicada en un domicilio lindante; y ante esta situación, los progenitores se unieron para reclamar a las autoridades provinciales que “dejen de emparchar las paredes cada vez que se inunda”, y que definitivamente les otorguen un nuevo edificio en el que sus hijos no sólo tengan la garantía de cumplir con el periodo escolar, sino fundamentalmente donde no corran riesgos sus vidas.
Comunicado de autoridades
Atenta al reclamo se presentó la inspectora zonal de Educación, la cual se reunió con los padres e intentó llevar tranquilidad al asegurar que el próximo martes los niños volverán a clases. De no estar en condiciones el edificio actual, confirmó que desde la provincial alquilarán un espacio hasta tanto se realicen las obras correspondientes.
Por su parte, un arquitecto perteneciente a Infraestructura del Ministerio de Educación provincial, indicó que si bien las instalaciones no guardan una estética favorable producto de la humedad, señaló que no hay ninguna clase de riesgos, como de electrificación de paredes ni desprendimiento de mampostería.
Pese a las explicaciones, los padres demandaron que no pueden aguardar hasta el martes para conocer a dónde deben llevar a sus hijos a clases; a la vez que descreyeron que en tan escasos días el Ministerio pueda alquilar un espacio y acondicionarlo para que la comunidad educativa continúe con el dictado.
Por el contrario, temen que los hagan volver a dicho establecimiento, y que habida cuenta que es una época de lluvias, antes de finalizar el año el problema se repita.
Así se encuentra el edificio:
