Originalmente, iba a tratarse de una marcha de protesta en Córdoba contra la violencia policial, tradicionalmente conocida como “marcha contra el gatillo fácil”, coordinada por organizaciones sociales y familiares de presuntas víctimas de la represión de organismos de seguridad. Pero también se terminó reclamando allí por la desaparición del artesano Santiago Maldonado, desaparecido en Chubut hace hoy 28 días tras una protesta mapuche.
Pero lo cierto es que, a poco de empezar y aun antes de llegar al lugar de la protesta, el Panal, la casa de Gobierno de Córdoba, se produjeron incidentes. Encapuchados completamente vestidos de negro, agrupados bajo una bandera negra con letras amarillas, destrozaron por completo la vidriera de una financiera y vandalizaron edificios públicos y religiosos, además de varios establecimientos privados, entre ellos un McDonalds. También provocaron incendios de contenedores de basura.
Voceros de la Agrupación de Víctimas del Gatillo Fácil leyeron un documento y culparon a “infiltrados de las fuerzas de seguridad” por “desvirtuar el eje de la protesta”, que ellos pretendían que fuera pacífica.
Fuente La Voz