Roque Ruarte era el guardián de la historia de Malagueño. Fue un hombre que trabajó por la cultura, el deporte y la vida social de la comunidad. En la madrugada de este jueves, los vecinos escucharon ruidos que venían de su casa, ubicada en la calle General Bustos al 700. Cuando fueron a ver qué pasaba se encontraron con Roque tendido en el interior de la vivienda con signos de haber sido golpeado con rudeza.
Ruarte murió este jueves por la tarde en una clínica de la ciudad de Córdoba a la que había sido trasladado por la gravedad de las heridas sufridas.
La causa recayó en la Fiscalía de Tercer Turno de Villa Carlos Paz a cargo de Jorgelina Gómez quien ordenó un allanamiento de la vivienda que este jueves por la noche permanecía bajo custodia policial.
Los vecinos de Malagueño comenzaron a pedir justicia por el crimen ni bien se enteraron de lo sucedido.
Un amigo de la historia de los vecinos
Roque era amigo de todos en el pueblo. Fue árbitro de fútbol y luego cronista de los partidos de Almirante Brown y su querido Martín Ferreyra. Para las Fiestas preparaba un enorme árbol de Navidad que había construido con materiales reciclables. En su casa guardaba fotos de la historia de la comunidad, de los clubes de fútbol, de las canteras y de todos los eventos sociales que había podido conseguir recopilar.
En las últimas elecciones presidenciales, Ruarte preparó los paneles en los que ubicaba las fotos y algunas reseñas históricas frente a la Escuela Manuel Belgrano, donde está su casa. Allí, como en otras oportunidades en otros sitios, los vecinos pudieron encontrarse o a sus padres o abuelos, vistiendo alguna camiseta de los clubes del pueblo o en alguna fábrica, en el trabajo.
En la comunidad duele profundamente la muerte de este vecino ejemplar, amigo de todos. En su bicicleta salía a buscar historias para contar, fotos para copiar y guardar en su archivo, amigos con los que rescatar cosas del pasado para que no se pierdan y queden en la memoria colectiva.