En seis episodios el especial televisivo trae por primera vez el testimonio de la mujer que convenció a su novio de matar a su madre para liberarse de la vida tormentosa a la que la sometía como fingir durante años que padecía leucemia, distrofia muscular y otras enfermedades graves. Gypsy Rose hoy tiene 32 años y se encuentra en libertad tras haber cumplido el 85 por ciento de su condena.
La serie documental “Confesiones de prisión: Gypsy Rose Blanchard”, que trae por primera vez el testimonio de la mujer que convenció a su novio de matar a su madre para liberarse de la vida tormentosa a la que la sometía, estrenará este miércoles a las 0.40 por la señal Lifetime.
Compuesto por seis episodios que se verán de a dos por miércoles, el especial televisivo trae a la luz la versión de Gypsy sobre la historia de abusos que comenzaron en su infancia y la relación con su madre, quien la obligó a fingir durante años que padecía leucemia, distrofia muscular y otras enfermedades graves.
El caso captó la atención de millones cuando se conoció el asesinato en 2015, y desembocó en numerosas producciones televisivas, entre las que se cuenta la premiada serie de ficción basada en hechos reales “The Act”, protagonizada por Patricia Arquette y Joey King.
Gypsy Rose, hoy de 32 años y en libertad tras haber cumplido el 85 por ciento de la pena impuesta por participar de la muerte de su madre, repasa la historia a partir del relato que hizo para la TV cuando todavía estaba encarcelada.
La serie “brinda un acceso sin precedentes al testimonio de Gypsy como víctima del síndrome de Munchausen por poder y los abusos que sufrió de parte de su madre Clauddine ‘Dee Dee’ Blanchard”, promete el canal de cable a través de un comunicado de prensa.
“Tras toda una vida de silencio, por fin puedo usar mi voz para compartir mi historia y decir mi verdad. Como superviviente de un implacable abuso infantil, esta docuserie narra mi búsqueda de la liberación y mi viaje a través del autodescubrimiento”, dijo Gypsy Rose Blanchard para la serie documental, y agregó: “Soy yo misma sin disculpas y sin miedo a exponer las partes ocultas de mi vida que nunca han sido reveladas hasta ahora”.
El nombre de Gypsy Rose llegó a titulares de Estados Unidos y del mundo en 2015, por su participación y la de su novio, Nicholas Godejohn, en el violento asesinato de Dee Dee. El caso tenía ingredientes que ni el mejor de los guionistas podía haber pergeñado.
Dee Dee mantuvo a Gypsy Rose en una silla de ruedas durante gran parte de su vida, la hacía simular graves enfermedades como leucemia y distrofia muscular, entre otras patologías, con el propósito de mantenerla a su lado y obtener donaciones de dinero, una casa y viajes.
Clauddine educó a su hija en casa, controlaba su uso de Internet y no solo la mantuvo en una silla de ruedas, sino que también la hizo usar una sonda de alimentación e hizo que le extirparan las glándulas salivales. La justificación era que su hija tenía una discapacidad mental y física, y que sufría de varias afecciones médicas graves. Sin embargo, Gypsy estaba sana y no tenía ningún retraso en su desarrollo como siempre habían creído sus amigos.
Su madre tenía el síndrome de Munchausen por poder, un trastorno psicológico en el que los padres o cuidadores buscan simpatía a través de las enfermedades exageradas o inventadas de sus hijos.
Gypsy Rose conoció a Godejohn por las redes, y el joven asesinó a Dee Dee a puñaladas en su casa del estado de Missouri para liberar a su novia del dominio de su madre. Ella fue condenada a 10 años de prisión al declararse culpable en 2016 de homicidio en segundo grado, mientras que Godejohn debe cumplir una pena de prisión perpetua por homicidio en primer grado.