Más de 840 personas resultaron heridas por la acción de la Policía Nacional y Guardia Civil, que realizó despliegues cinematográficos en toda la región. Sin embargo, la fuerza aplicada no pudo evitar la imagen final del 1º de octubre (1-O): la efectiva celebración del referéndum declarado ilegal por el Gobierno español sobre la independencia de Cataluña.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció anoche que después del referéndum“Catalunya se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente”. “El Govern trasladará al Parlamento de Catalunya, sede y expresión de la soberanía de nuestro pueblo, los resultados de la jornada del referéndum”, afirmó. Además, denunció una “injustificada, abusiva y grave violencia policial dictada por el Gobierno español”. Y sentenció: “El Estado español ha escrito una página vergonzosa en su historia de relación con Catalunya”.
El Govern calculó en tres millones la cifra de personas que se movilizaron para participar en la votación, aunque engloba en esa cifra a los que no pudieron finalmente votar y a los votos extraídos por la operación policial. Los resultados preliminares anoche confirmaban una abrumadora victoria del Sí.
Un 90 por ciento de los votantes se pronunciaron a favor de la ruptura con España frente al 7,87 por ciento que dijo No. En total se contaron 2.262.000 votos, según informó el portavoz del Ejecutivo catalán, Jordi Turull.