Desde que el presidente Alberto Fernández decretó las medidas encuadradas en el decreto 297/20 por el cual la población en general quedó en cuarentena, sólo unos pocos ciudadanos abocados a profesiones específicas quedaron habilitados para ir a sus lugares de trabajo.
Uno de los trabajos que quedó más expuesto en esta situación es el de los empleados de supermercado.
CarlosPazVivo! habló con S.M. (*) empleado de un supermercado de la ciudad quien contó como están afrontando su trabajo en el marco de las restricciones y cuál es el comportamiento en general de la gente.
El empleado explicó que muchos clientes no quieren acatar las normas: “Mucha gente sigue viniendo en grupos a comprar. Le mienten al guardia, entran de a uno y se juntan adentro. Los tenemos que ir a buscar para que se quede solo uno de los dos. Vienen con los chicos y no entienden que no pueden entrar”, explicó.
Otra de las situaciones en las que no se respeta la solicitud de los empleados es en el tiempo de compra: “Dejamos entrar de a 40 o 50, entra uno y sale uno. Por eso siempre hay mucha gente esperando. Por lo tanto, les pedimos que traten de ser breves en su compra y se quedan en el súper como si fuese un shopping, dando vueltas”.
“No respetan las distancias en las colas. Nosotros salimos y le pedimos que se separen y cuando entramos de nuevo ya se amontonaron. Eso debería ser responsabilidad de las fuerzas de seguridad, pero no lo hacen”, se quejó el empleado de comercio.
En ese sentido, S.M. explicó cuál es la sensación que les genera estar en permanente riesgo y saliendo a trabajar todos los días: “A nosotros todo esto nos cayó de arriba. No somos empleados que estábamos preparados para emergencias o para afrontar riesgos como lo están los médicos, por ejemplo. Somos empleados comunes que tratamos de hacer lo mejor. Hoy por hoy es muy difícil”, explicó
Y continuó detallando otra situación: “Hay muchas carpetas médicas o gente que por problemas de salud o edad no puede trabajar, así que somos menos. Estamos sin francos, levantándonos todos los días a las 5:30 de la mañana para poner el súper en condiciones para arrancar a las 7 con el horario para los mayores, con las góndolas llenas, pan listo y un carnicero dispuesto a atenderlos”.
El empleado se quejó también del trato que a veces reciben de los clientes que se ponen nerviosos ante las nuevas medidas: “La gente no entiende que no somos ni policías, ni militares, ni médicos. Somos empleados comunes. Y estamos en riesgo todos los días”.
“Da la sensación que muchos se creen inmunes, tienen un desprecio por la vida”, finalizó.
(*) La identidad del entrevistado se preserva por cuestiones laborales y legales.
Carlos Paz:
En Carlos Paz no hay casos confirmados, según la información oficial de la secretaría de salud, pero no se brinda información sobre casos sospechosos.