Rainero Palacio se hizo conocido cuando apareció en los medios como abogado defensor de Mario Darío Indij, conocido como el Mehir, el lider de una secta que desarrollaba sus actividades en Carlos Paz y Tanti.
En 2013, luego de una denuncia con testimonios de exintegrantes que lograron salir de la secta, que incluyó abusos sexuales y presiones psicológicas, la Justicia de Carlos Paz allanó varias propiedades atribuidas a la secta de Indij tanto en esta ciudad como en Tanti, donde está el principal centro donde se hacían las ceremonias.
El Mehir desapareció de la región y su imagen recorrió los medios nacionales y provinciales convirtiéndose en uno de los temas con mayor repercusión en la opinión pública. Aparecieron testimonios de víctimas de su “trabajo psicológico” y se conocían detalles de su modo particular de tratar a las mujeres, a quienes consideraba seres inferiores. La última vez que se tuvo noticias del Mehir fue a partir de un procedimiento que realizó la Policía cordobesa en una finca de Mendoza donde se presumía que estaba escondido. Cuando llegaron, Indij ya había desaparecido otra vez.
El abogado Rainero Palacio apareció con frecuencia en los medios en aquel momento y en junio de 2014 se presentó en la Fiscalía del Segundo Turno de Carlos Paz con un certificado de defunción que se encabezaba con el nombre de Marío Darío Indij. Según ese cerfificado, el gurú había fallecido en la ciudad mendocina de Luján de Luyo el martes 3 de junio de ese año, a las 23 horas, debido a un cuadro de tromboembolismo pulmonar (obstrucción arterial en los pulmones). Como el cuerpo fue cremado, sólo ese papel es la prueba de la muerte del líder. Si bien los investigadores dudaron del papel oficial, la investigación se cajoneó al poco tiempo y nada más se supo ni se hizo con respecto a esa causa.
Rainero Palacio volvió a aparecer en los medios hace poco tiempo. El abogado es uno de los detenidos por una causa que investiga la fiscal del Tercer Turno, Jorgelina Gómez, y en la que están involucrados dos policías: el subcomisario Sebastián Moncada y el sargento Diego Guillete.
La causa se inició tras la denuncia de víctimas de pedidos de coimas para acelerar trámites en la Unidad Judicial de la Departamental Punilla. El mecanismo delictivo comenzaba a funcionar cuando acudían personas a la Unidad Judicial con problemas con automóviles secuestrados u otro tipo de inconvenientes.
Y lo que hasta ahora se comprobó es que había una connivencia con el abogado que tomaba los casos y los policías para, previo pago de una coima, acelerar los procesos para que los “clientes-víctimas” recuperaran sus pertenencias o se “resolviera” su situación. Los tres están imputados de cohecho y en el caso de los policías la figura se agrava por tratarse de funcionarios públicos.
Un Comisario preso y luego absuelto por la Justicia Federal
El subcomisario Sebastián Moncada estuvo preso en 2001 en una causa que investigó la Justicia Federal por un procedimiento de drogas en el que se interpretó que había desaparecido parte del material secuestrado, unos dos kilos de cocaína. Junto a un comisario y un subcomisario, el entonces oficial Moncada estuvo preso entre octubre de 2001 y mayo de 2002, en su caso, como participe necesario de transporte de estupefacientes.
La Cámara Federal de Apelaciones resolvió en ese momento que la prueba aportada era débil para sostener la acusación y revocó la prisión preventiva de los tres uniformados.
Hasta el momento, la fiscal Gómez no fijó fecha para indagatoria de los tres detenidos que permanecen alojados en el penal de Bouwer.
En las últimas semanas se sumaron nuevas pruebas tras allanamientos y procedimientos realizados en distintas locaciones de la ciudad.
Un comisario, un sargento y un abogado de Carlos Paz, presos por pedir coimas