El hallazgo fortuito de una pieza de factura precolombina llamó la atención de las autoridades del lugar. El pasado sábado, personal del Museo Arqueológico que depende de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia, realizó una excavación de rescate de una vasija hallada en una de las calles laterales que desemboca en el río Los Tártaros, el curso de agua que mansamente atraviesa el pueblo.

 

Se trata de una vasija de forma globular (redondeada) con cuello, precisa el arqueólogo Luis Tissera. El objeto no presenta decoración, de acuerdo a las primeras observaciones.

 

Personal especializado, que encabeza el arqueólogo Luis Tissera,  junto a administrativos y técnicos de la institución provincial extrajeron una vasija invertida en un importante estado de conservación. El recipiente fue descubierto accidentalmente por vecinos de la localidad del norte cordobés, quienes dieron aviso a las autoridades.

 

Una parte de la vasija asomaba en un lugar de alto tránsito vehicular, muy cerca de uno de los puentes que atraviesa el río. A partir de la denuncia del hallazgo, las instituciones públicas y el pueblo del Cerro Colorado cooperaron con la preservación del objeto. Precisamente por estos días el consorcio caminero de la zona está realizando tareas de mantenimiento en el lugar.

 

Reserva cultural

“Los hallazgos de artefactos y vestigios prehispánicos han sido frecuentes a lo largo del tiempo debido al potencial arqueológico de la localidad, el grado de integridad de la vasija está estimado en un 70 por ciento”, consigna el informe elevado por los especialistas a la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia. El Cerro Colorado es reserva natural y cultural.

 

La extracción fue realizada ante la expectante mirada de vecinos y ocasionales visitantes. La pieza fue trasladada al Museo Arqueológico del Cerro Colorado, donde se realiza la limpieza del objeto ya que el lugar cuenta con personal especializado para esa tarea.

 

El museo del Cerro Colorado cuenta con personal especializado en arqueología, antropología y conservación. Su fuera necesario, agrega Luis Tissera, algunos materiales extraídos son enviados a laboratorio para su análisis.

La vasija y el hueco que quedó al ser extraída del suelo

Materia de estudio

La limpieza del sedimento que rodea el objeto y que está en el interior del recipiente permitirá a los profesionales un análisis del contenido que ampliará la información del acerca del uso de esta vasija encontrada boca abajo.

 

El sedimento se extrae lentamente, centímetro por centímetro, empleando una espátula de madera. La limpieza sigue los lineamientos metodológicos que marca la así llamada Arqueología de Rescate.

 

El especialista recuerda que en otras excavaciones fueron halladas dos vasijas invertidas, en Carlos Paz y en Copacabana. El arqueólogo Luis Tissera destaca el notable estado de integridad de este objeto en comparación con los anteriores hallazgos. Tissera cuenta que el deterioro en el que suelen encontrarse estás piezas se debe a que la cerámica hecha en Córdoba es demasiado fina y tiene un bajo grado de cocción, comparada con la cerámica hecha en Catamarca, que es más dura y resistente.

 

Comprometidos con la conservación

Una posible hipótesis acerca del uso de este objeto sugiere que quizá fue usado como urna funeraria o para ofrenda. Sin embargo, todo es materia de estudio y aún no es posible establecer un uso con total certeza.

 

Por último, el informe presentado a la Dirección de Patrimonio Cultural valora la presencia de vecinos alrededor del área de excavación, lo cual afianza los vínculos entre el Museo Arqueológico del Cerro Colorado y la comunidad a la que pertenece.

El recipiente fue desenterrado cerca del río Los Tártaros