Cacho Paladino y su esposa se embarcaron en un crucero el pasado 3 de marzo desde el puerto de Buenos Aires. La expansión del coronavirus en el mundo motivó que el enorme barco no pudiera bajar su pasaje en los distintos puntos acordados en el paquete turístico que compraron alrededor de 3 mil argentinos, uruguayos y brasileños.

Y el problema que sobrevino después es la imposibilidad de que los pasajeros bajen y sean repatriados a sus países.

Este martes, Carlos Paz Vivo dialogó con el agente inmobiliario de la ciudad quien señaló que esta mañana el crucero navegaba aguas del mar Mediterráneo a la altura de Marruecos. Y que la promesa de la tripulación era bajar en el puerto de Marsella. Sin embargo, en las últimas horas el gobierno francés cerró las fronteras.

“Estamos a la altura de Marruecos, a unos 50 kilómetros de la costa, camino a Marsella que es el destino que nos informaron que íbamos a bajar”, contó Paladino y agregó: “Había una posibilidad de que en Marsella pudiéramos bajar pero ha cambiado el protocolo en Francia y el capitán nos informó que están tratando de adaptarse al nuevo protocolo para que nos dejen bajar”.

“Estamos con la misma incertidumbre de siempre, tratando de tomar las cosas con optimismo, pero la realidad es que no sabemos a ciencia cierta qué pasa y qué va a pasar”, indicó.

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